Friday, 19 de April de 2024

Crimen y Castigo

Bebé indígena murió en Cuetzalan por la negligencia de 6 médicos, confirma CNDH

- Foto: Especial

Médicos incurrieron en distintos actos de negligencia en sus respectivas áreas de especialidad, en la fase previa al parto, durante el alumbramiento, así como en los momentos posteriores al nacimiento, concluyó la Comisión

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A dos años de la muerte de una bebé recién nacida en el Hospital General de Cuetzalan, Puebla, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) concluyó que el deceso fue consecuencia de la negligencia de seis médicos, quienes incurrieron en distintos actos de negligencia en sus respectivas áreas de especialidad, en la fase previa al parto, durante el alumbramiento, así como en los momentos posteriores al nacimiento.

El 19 de agosto de 2014, Estefany, una joven indígena que en ese momento tenía 21 años de edad, acudió a los servicios médicos de su comunidad, Xiloxochico, en donde el médico local detectó que presentaba salida de líquido transvaginal, lo cual es un indicativo de que sufría una ruptura prematura de membrana, razón por la cual fue remitida al Hospital General de Cuetzalan, para recibir atención especializada.

A pesar del diagnóstico emitido en Xiloxochico, el primer médico que atendió a Estefany en Cuetzalan determinó que “no tenía suficiente dilatación y no se le habían roto las membranas”. No obstante, luego de analizar el expediente médico iniciado en el Hospital General, la CNDH determinó que este médico no realizó todos los procedimientos establecidos para determinar o descartar un eventual rompimiento de membanas.

En su lugar, este médico pidió a Estefany que acudiera a una clínica particular, para que ahí le terminaran de realizar los procedimientos establecidos.

Siguiendo esa indicación, la joven indígena acudió a una clínica particular y, con sus propios recursos, pagó los análisis que en el Hospital General omitieron practicarle. En este servicio particular, se determinó que el embarazo de Estefany seguía su curso normal, sin ninguna anomalía.

Con ese dictamen, Estefany volvió por tercera vez en el mismo día al hospital público de Cuetzalan, donde un segundo médico le indicó que no había nada anormal y le ordenaron “que se fuera a su casa porque todavía le faltaban 10 días” para el parto.

Al respecto, los médicos expertos de la CNDH concluyeron que este segundo doctor debió realizar al menos tres procedimientos para determinar si existía rompimiento de membranas, los cuales omitió y, por el contrario, “de manera inadecuada la dio de alta, pondiendo en riesgo al binomio materno-fetal”.

De hecho, la condición médica de Estefany obligaba a que permaneciera hospitalizada, en total reposo y en permanente observación. Contrario a ello, este segundo médico pidió a la joven embarazada que regresara a su casa.

La joven indígena volvió a su vivienda, aún cuando sufría dolores abdominales, los cuales la obligaron a presentarse nuevamente al área de Urgencias del Hospital de Cuetzalan pocas horas después, a las 4:00 de la madrugada del día 20 de agosto.

Esta vez, Estefany fue revisada por un tercer médico, quien le informó que ya estaba en labor de parto, pero que debía irse y volver diez horas después.

Tal como hicieron los dos médicos anteriores, este tercer especialista del Hospital General de Cuetzalan omitió registrar la presencia de líquido transvaginal y, aunque reconoció que Estefany ya estaba en labores de parto, “tampoco agotó los medios para confirmar o descartar la ruptura de membranas”, por lo cual, concluyó la CNDH, este médico puso en riesgo la vida de la madre y la bebé, al no integrar de manera adecuada sus observaciones en el expediente médico.

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