Importantes marcas de moda han incluido a modelos con cuerpos reales, sin alteraciones en Photoshop como parte de campañas publicitarias que muestran la belleza de cada cuerpo. Así, nuevos rostros de chicas en Internet se han popularizado, pero como sociedad, aún estamos alejados del objetivo de lograr que todos acepten su cuerpo como es.
Una muestra de este fenómeno es el incremento de operaciones estéticas en un sector de la población en que antes no eran tan comunes: hombres. Hasta hace algunos años, el 5% de las cirugías estéticas era realizadas a hombres, ahora es casi el 30%.
Más que una cuestión de estética, aceptar nuestro cuerpo y cuidarlo es una cuestión de salud. Algunas personas rehuyen a la cirugía estética (que es la opción con resultados más rápidos, pero más cara), eligen hacer dietas y deporte; sin embargo, para algunos los resultados pueden ser sumamente lentos o incluso nulos. Cada cuerpo es diferente, pero éstas son algunas de las razones que probablemente estén alentando tu baja de peso:
Estrés
El estrés es uno de los principales enemigos si lo que buscas es bajar de peso. Cuando vives estresado segregas una sustancia llamada cortisol que provoca el acumulamiento de grasa que consumes alrededor del abdomen. El ejercicio debería ayudarte a disminuir el estrés, mas si no te está funcionando podrías implementar otras alternativas. Encuentra alguna actividad que te haga desconectar de aquello que te provoca estrés: una lectura, un paseo, convivir con tu mascota. Tendrás que darte un tiempo y a la larga traerá muchos más beneficios para ti.
Falta de sueño
No conciliar un sueño de suficientes horas también impide que las dietas y el ejercicio no tengan ningún efecto sobre ti. La falta de sueño repercute sobre nuestro metabolismo haciéndolo más lento. También provoca que durante las comidas la sensación de saciedad tarde más en llegar.
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No desayunar
El ayuno constituye uno de los errores más comunes mientras intentas cuidar tu peso. Recuerda que el desayuno es la comida más importante del día y sin él no tendrás la energía necesaria para realizar tus actividades. No desayunar manda una señal a tu metabolismo para desacelerar su funcionamiento y guardar reservas, lo que impide que esas reservas, es decir, la grasa acumulada se elimine con facilidad. Lo mismo sucede cuando te saltas comidas, el comer menos, no te hará adelgazar sino el comer de forma balanceada.
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Enfermedades y medicamentos
Hay problemas de salud que pueden estar afectado directamente tu peso. Problemas de la glándula tiroides o algunos medicamentos con los que estés en tratamiento pueden estar siendo los responsables de un aumento de peso. Es importante que si crees que ése es tu caso, asistas al médico y no te autodiagnostiques y ni te automediques ya que esto puede llegar a ser contraproducente.
El consumo de alcohol
Si estás intentado disminuir tu talla pero no puedes dejar el alcohol, me temo que es una mala noticia. Las bebidas alcohólicas tienen la propiedad de hinchar el cuerpo y disminuye tu capacidad de procesar los alimentos con rapidez. Si es imposible para ti abstenerte puedes optar con el consumo único de whisky, pero no es exceso.
Aceptar tu cuerpo como es no significa descuidarlo, al contrario, quererlo y darle lo que necesita siempre es la mejor opción para mantenerte sano. Pon atención a todos tus hábitos de consumo y si es necesario haz una lista por una semana con todo lo que has comido; a veces, sin darnos cuenta consumimos más calorías de las que quedamos.
Lo que de verdad es importante es estar consciente de que sin importar tu talla, tu altura o cualquier condición física el valor que tienes como persona es el más importante y es el mismo que tenemos todos.
Seas hombre o mujer, deja de preocuparte excesivamente por cómo luces, porque como dijo Sait-Exúpery “lo esencial es invisible a los ojos.”