El presidente Enrique Peña Nieto señaló que los soldados y marinos están para preservar la seguridad interior y cuidar la soberanía nacional, no necesariamente para hacerse cargo de tareas que en estricto sentido corresponden a las policías investigadoras y a las procuradurías del país; sin embargo, aclaró, las fuerzas armadas seguirán realizando labores de seguridad pública mientras se cuenta con policías preparadas.
Tras un largo aplauso brindado por funcionarios, procuradores y presidentes de tribunales superiores de justicia a los secretarios de la Defensa Nacional, el general Salvador Cienfuegos, y de Marina, el almirante Vidal Francisco Soberón Sanz, el Presidente agradeció a las fuerzas armadas realizar labores de seguridad pública, tareas que han asumido con lealtad a la patria y que es lo que ha permitido que hoy tengamos, no obstante, la modernización en la que hemos venido trabajando; que tengamos, sí, ciudades y regiones de nuestro país que han regresado a la paz y a la tranquilidad.
Lo anterior, al clausurar el Encuentro Nacional de Procuración e Impartición de Justicia 2016, llevado a cabo en instalaciones del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México.
Allí, el mandatario dijo que, sin duda, la seguridad y la justicia de los mexicanos es hoy día el reto más importante de nuestra época, el que requiere la mayor atención, coordinación, capacidad y profesionalismo de las instituciones del Estado mexicano en todos los órdenes para atender esta asignatura.
Estos señalamientos se dieron en seguimiento a lo dicho el pasado jueves por Cienfuegos Zepeda durante un encuentro con representantes de los medios de comunicación, quien demandó que se regularice la situación de las fuerzas armadas y se apruebe un marco legal que diga hasta dónde sí, hasta dónde no, y nosotros haremos lo que siempre, lo que dice la ley; acataremos lo que disponga el propio Congreso.
Ayer, el mandatario hizo patente su reconocimiento a las fuerzas armadas y pidió que también lo hicieran los procuradores y presidentes de tribunales superiores de justicia. Indicó que los soldados y marinos continuarán haciendo labores de seguridad pública en tanto logramos, y éste es el compromiso que debemos asumir todos, y digo todos, porque no está sólo en el ejercicio y en la tarea del Presidente de la República, sino que lo está en el de todos los gobernadores y de todos los poderes del Estado mexicano para que realmente podamos actualizar y modernizar la actuación, preparación, profesionalismo y fortalecimiento de las instituciones civiles encargadas de la seguridad pública.
Agregó que no obstante, no siendo la misión que tiene confiada, nuestras fuerzas armadas, con lealtad a la Patria, con sentido del deber y de gran institucionalidad, se han incorporado, han apoyado y están, además, decididas a seguir haciéndolo para asegurar, en tanto logramos el objetivo de esta asignatura aún pendiente, el poder apoyar las labores de las instituciones de procuración y de la policía preventiva de nuestro país.
Por ello, dijo, la justicia es un deber de todos los días; es una obligación que involucra, por igual, a los tres poderes y órdenes de gobierno. Cuando la justicia falla, hay que decirlo, fallamos todos, concluyó