Las celebraciones litúrgicas, los aplausos, y las porras a la Virgen de Guadalupe son las imágenes que aún continúan en la Basílica de Guadalupe y sus alrededores.
El fervor de la gente por estar cerca de la Madre de Dios permite que el frío y el hambre se vuelvan algo diminuto.
Hoy, después de 485 años de que la Virgen se quedó en la tilma de San Juan Diego la gente deja que su fe lo lleve a recorrer kilómetros para celebrarle a María.
Por ello este lunes se celebrarán las laudes solemnes presidida por Enrique Glennie y posteriormente el cardenal Norberto Rivera preside la Misa de las Rosas.
Afuera del recinto religioso, miles de personas siguen llegando y otras ya emprenden el regreso a sus lugares de origen.
Hasta el momento los festejos guadalupanos se han desarrollado con saldo blanco, con un aforo global itinerante que se espera supere más de 5.8 millones de visitantes entre viernes, sábado, domingo y la madrugada de este lunes, dijeron las autoridades de la Secretaría de Seguridad Pública de la CDMX.
Algunos devotos de la Virgen Morena pernoctaron en las inmediaciones del templó Mariano para emprender su retorno a casa a primeras horas de la mañana ya descansados después de su larga caminata.
