Nuevamente el presidente municipal Tomás Romero Reynoso, del Partido del Trabajo (PT), en estado de ebriedad retó a golpes a los regidores en plena sesión de cabildo, y al ver que estos no caían en sus provocaciones, ordenó a la policía desalojarlos, lo que no sucedió, ya que el contralor municipal, Jorge Alberto Barroso intervino para calmar los ánimos del edil.
Los hechos ocurrieron ayer cuando cinco regidores empezaron a cuestionar al alcalde sobre diversos temas de la administración pública municipal, principalmente en el aspecto de los gastos que lleva a cabo el municipio en obras y acciones, lo que provocó la ira del alcalde, quien empezó a golpear la mesa de juntas del salón de cabildo y a insultar a los regidores.
El presidente municipal a gritos exigió la presencia de la policía municipal y con palabras altisonantes demandó a los seis policías que llegaron a la sesión que sacaran del cabildo a dos regidores, entre ellos al de gobernación, Ricardo Márquez, lo que finalmente no sucedió, pues el contralor apartó al edil en aras de calmarlo.
Los regidores afirman que son constantes los actos de intolerancia del edil, ya que esta no es la primera vez que se presenta al cabildo en estado inconveniente, por lo que solicitaron a la Secretaría General de Gobierno que intervenga para que el edil no siga alterando ni irrumpiendo de esa manera las sesiones.