La alberca de Clavados de los Juegos Olímpicos Rio 2016 ha sido cerrada este viernes a petición de los atletas, luego de que se quejaran por el mal olor que sale del agua de dicha piscina.
Mario Andrada, portavoz del Comité Organizador, había señalado en días anteriores luego de que el agua se convirtiera en color verde, que se debía al exceso de alcalinidad, y que esto no representaba ningún riesgo para los competidores.
Sin embargo, los atletas se quejaron por el ardor que provocaba el agua en los ojos, además del mal olor que emanaba.
Ante ello, la alberca de saltos del Centro Acuático María Lenk permanecerá cerrado por las próximas horas, lo cual provocó la cancelación de entrenamientos matutinos y pondría en riesgo la realización de algunas competiciones.