Piloteada por Bertrand Piccard, la nave solar despegó de Nueva York el 20 de junio y volará sobre el Atlántico, en la etapa 15 de su vuelta al mundo.
Durante la noche vuela gracias a la energía solar almacenada a lo largo del día, teniendo como único combustible la radiación del astro rey.
Covestro, socio técnico de Solar Impulse, fue el encargado del diseño y construcción de la cabina, el parabrisas y las alas.
La cabina fue construida con un sistema avanzado de poliuretano que la encapsula y aísla, manteniendo al piloto vivo y cómodo ante temperaturas extremas.
Además, el poliuretano que se utilizó en la cabina ahorra 70 veces más energía que la utilizada usualmente, logrando mayor eficiencia de la aeronave.
El parabrisas está hecho de policarbonato, que es más ligero que el vidrio (pesa la mitad), con una fuerte resistencia a los impactos y al rayado.
Las alas tienen recubrimientos y adhesivos que proporcionan durabilidad a la superficie de éstas a lo largo de la travesía, además de proporcionarles un acabado plateado.