Manny, Diego y Sid han enfrentado toda clase de adversidades que incluyen enfrentamientos contra terribles adversarios, deshielo global, dinosaurios y la paternidad. Ahora la peculiar manada enfrenta el mayor reto en su historia: ¡sobrevivir el impacto de un asteroide!
Los críticos le dan tres estrellas, pero tendremos que esperar a que la veas para que nos comentes qué te pareció y si fue de tu completo agrado. Mientras tanto y si no tienes nada mejor que hacer, la podrás ver a partir de mañana en todos los cines de Puebla.
La era de hielo nunca ha sido precisamente una franquicia destacable, pero a su favor están una primera entrega -estrenada hace 14 años- decente que tuvo la valentía de enfrentarse a estudios consumados desde ese entonces en la animación, como Pixar y Dreamworks, y una tercera parte que por momentos brilló gracias a ciertas secuencias de risa inaguantable.
En 2012 Fox y Blue Sky Studios –desde el inicio las compañías responsables de La era de hielo y también de la nostálgica Snoopy y Charlie Brown: Peanuts la película- estrenaron una cuarta película cuya única gracia fue el momento en que por fin corrieron los créditos finales.
Y justo cuando parecía que nada podía salir peor en esta saga en picada, llega una quinta entrada que solo sirve para ejemplificar que algunos ejecutivos de Hollywood mentalizan a las audiencias infantiles como estúpidas o dignas de los productos más deplorables.
La era de hielo: Choque de mundos no tiene justificación creativa alguna para existir y resulta solo un epítome de dos síntomas que presenta el entretenimiento infantil de ahora: la pobreza narrativa -hablando en términos generales- de las cintas de animación por computadora y el afán de recaudar cantidades monstruosas en taquilla a base de humor básico.
Fox asumió que el siguiente paso lógico en estas películas era hacer alusión a la extinción por choque de asteroide, y para ello inclusive se atrevió a tomar la vía más serie b imaginable: mandar a Scrat al espacio y ponerlo en medio y como provocador de eventos cósmicos.
Desde luego tal ángulo no merece ser desestimado prejuiciosamente, pues en realidad rinde para un argumento que con orgullo tomase la influencia del sci-fi más disparatado y de explotación, pero la cinta jamás muestra signos de lucidez y desde el arranque no resulta más que una colección insufrible de gags y chistes carentes de la menor gracia que llevan al hartazgo.
Esta quinta entrega únicamente confirma que la saga tiene absolutamente nada más qué decir. Fox y Blue Sky deberían retirarse con dignidad del mundo prehistórico y canalizar sus esfuerzos en otras propiedades animadas.