Las pasiones del francés Henri de Toulouse-Lautrec, como las mujeres, la vida nocturna, los cabarets y los bares del barrio parisino de Montmartre, están retratadas en las más de 120 obras que forman parte de la exposición “El París de Toulouse Lautrec”, que llega al Palacio de Bellas Artes de México.
La Belle Époque, como fue conocido el periodo que vivió París entre 1874 y 1914, queda reflejada en los más de 120 dibujos, fotografías, litografías, óleos y filmes que conforman esta exposición dedicada a uno de los más talentosos e innovadores grabadores del siglo XX.
Esta exposición arriba a la Ciudad de México tras haber sido exhibida hace dos años en el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA). Sin embargo, esta vez incluye el cartel monumental Moulin Rouge, pues es una obra que adquirió recientemente el Museo.
Se trata del primer cartel que realizó Toulouse-Lautrec y fue dedicado al cabaret que lo consideraba como uno de sus mejores clientes.
Miguel Fernández, director del Museo del Palacio de Bellas Artes, reveló que en 1944 el poeta y crítico de artes plásticas Carlos Pellicer (1899-1977) realizó una exposición en la capital mexicana sobre Toulouse-Lautrec. Ahora, 72 años después, 124 de las cerca de 200 obras que tiene el MoMA de este autor, vuelven a México.
“Toulouse-Lautrec hizo poco más de 360 impresos en su corta existencia, pues hay que recordar que murió a los 37 años de edad. Por ello es muy importante que el público pueda disfrutar de la obra de un artista que sigue vivo en la impronta de su quehacer artístico”, señaló Fernández.
Christian Rattemeyer, curador asociado en el Departamento de Dibujos y Grabados del MoMA, indicó que las obras que se muestran en México dan cuenta de la época de la madurez creativa del artista, donde se aprecia un lenguaje plástico original y expresivo.
El curador consideró que no se puede pensar en el arte moderno sin pensar en el autor parisino, quien plasmó los momentos íntimos de los personajes marginados del barrio de Montmartre, con quienes se sentía muy identificado, pues era un visitante frecuente a los cafés, bares y cabarets.
“Pocas veces nos encontramos con momentos tan icónicos como la Belle Époque de París, y uno de los representantes más importantes de ese momento es Toulouse-Lautrec”, manifestó Rattemeyer. “Yo creo que cuando el público recorra esta exposición sentirá que se sumerge en ese mundo y comprobará cuán vivido puede ser el sentimiento que les reflejará su obra”.
La exposición “El París de Toulouse-Lautrec” estará abierta del 11 de agosto al 27 de noviembre en el Palacio de Bellas Artes.