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¿Quién quiere la Secretaría de Seguridad Pública?

Por Edmundo Velázquez / /

Increíble pero cierto.

A pesar de la situación crítica que mantiene el estado de Puebla en materia de seguridad, existen tres grupos que están peleando por imponerse, influir e intervenir en la decisión del gobernador electo, Tony Gali Fayad.

Estos tres grupos pelean desde ya por imponer al secretario de Seguridad Pública.

¿Quiénes son?

1. Los militares

Miembros de la Secretaría de la Defensa Nacional que están próximos a jubilarse, o en edad de dejar las fuerzas armadas, y que están deseosos de una chamba en el gobierno estatal.

Rafael Ruiz Cordero, quien se encuentra ahora como enlace administrativo del equipo de transición de Tony Gali, participa activamente en la colocación de estos perfiles.

Ruiz Cordero es cercano a dos personajes que se barajan y que ya iniciaron sus trámites de jubilación en la Sedena.

Entre los perfiles se encuentran Gilberto Hernández Andreu y Noé Sandoval Alcázar.

Ambos son ubicados por el gobernador electo y por el todavía gobernador Rafael a Moreno Valle.

Cuestión aparte sería el analizar qué tan bien le cae al estado un mando militar en la dependencia. Sobre todo ahora que hay una situación de emergencia en la zona del Triángulo Rojo gracias al robo de hidrocarburo.

Militares en la dependencia no siempre tienen un perfil conciliador; por el contrario, podrían imponer mano dura sobre las fuerzas civiles como ya ocurrió en el periodo de Mario Marín Torres, quien colocó a Mario Ayón Rodríguez en el cargo.

La combinación fue fatal.

No hubo química entre el  funcionario y  los uniformados, iniciando una huelga de brazos cruzados en la Policía Estatal donde, incluso, el entonces secretario Ayón fue expulsado de sus instalaciones a pedradas.

 

2. La opción civil

Luz María Aguirre Barbosa, ex secretaria de Administración, también quiere jugar para colgarse la medalla de tener al secretario de Seguridad Pública de su lado.

Y si alguien sabe bien que de esa zona proviene buena parte de la recaudación, esa es ella.

Aguirre Barbosa tiene a Daniel Vázquez Sentíes  —funcionario estatal que salió de la Secretaria de Seguridad Pública del Estado en tiempos de Facundo Rosas por no aprobar controles de confianza— como principal y más cercano asesor en esta materia.

Y de hecho su primer candidato era él, pero, precisamente por los controles de confianza, se quedó fuera de la jugada.

A cambio de Daniel Vázquez Sentíes,  Luz María Aguirre está apoyando a un personaje de todas sus confianzas para jugársela con él.

Se trata de Manuel Alonso, el secretario de Seguridad Pública Municipal en San Andrés Cholula.

¿Le alcanzará a Manuel Alonso?

Y ya si la opción no convence, este grupo tiene un plan B.

El segundo perfil que ponen a consideración de Tony Gali es el ex secretario municipal de Seguridad en tiempos de Blanca Alcalá, Guillermo Alberto Hidalgo Vigueras.

Pero estos perfiles son las propuestas menos sólidas pues Luz María Aguirre no goza de toda la popularidad entre la próxima administración, y menos entre aquellos que se quedaron con Luis Banck.

Este grupo abrió muchos frentes. Lo más probable es que les den el avión, del mismo modo  que en varias propuestas que ya han presentado en materia de seguridad.

 

3. Los que quieren repetir

El tercer grupo es fuerte en virtud de que quien ha dado su aval es nada más y nada menos que Rafael Moreno Valle.

Entre los acuerdos es más que sabido que el gobernador planteó la continuidad del procurador Víctor Carrancá y del presidente del Tribunal Superior de Justicia, Roberto Flores Toledano.

En ese supuesto, el mandatario ha sugerido a Tony Gali que mantenga a Jesús Rodríguez Almeida.

¿Qué juega en contra de Rodríguez Almeida?

Le dejaron la plaza incendiada.

Facundo Rosas dejó el estado en llamas y Rodríguez Almeida tiene apenas una cubeta de agua para hacer frente al incendio.

Los que saben bien dicen que Luz María Aguirre juega con puro cartucho quemado.

Los morbosos del tema aseguran que si el grupo de Ruiz Cordero ejerce la presión correcta y plantea que una mano militar será lo único que ponga en orden al estado, tendrán posibilidades.

Y entonces es muy probable que a Rodríguez Almeida ni lo busquen para quedarse.

¿Quién ganara la rifa del tigre?

Hagan sus apuestas.

Y a todo eso...

Si el estado es un polvorín, ¿por qué tanto interés?