A Selene Ríos y a Viridiana Lozano por mantener este barco a todo motor en estos primeros cuatro años de vida. Feliz aniversario.
Blanca Alcalá se convirtió en la hija natural del marinismo. Es su mejor representante. Ella regresó a la vieja lucha que aparentemente se había olvidado: morenovallistas versus marinistas. Desde el inicio del proceso electoral (tomando en cuenta las precampañas) la candidata priista tuvo de invitado especial al “héroe de la película, papá”. Incluso lo tenía junto a ella, en el templete oficial.
Lydia Cacho, la escritora que (no es la autora del libro Soy Malala), quien dice desconocer Blanca Alcalá –ay pobre- puso en evidencia la relación entre Alcalá y Marín, aquel gobernador que por intervención de Kamel Nacif protegió al líder de una red de pederastas y protección infantil, Jean Succar Kuri.
Aparentemente, después de esto, hubo una ruptura entre marinistas y el equipo de Alcalá, pero no fue así en la realidad. Hace unos días el líder nacional del PRI, Manlio Fabio Beltrones, en un curso para los estudiantes de la escuela de Cuadros del partidazo, salió a defender al “góber precioso”.
El punto más alto del marinismo en la campaña de Blanca Alcalá fue el jueves pasado cuando una lidereza de la Sierra Norte, Carmen Hernández Parra, en un mitin en Hueytamalco, dijo: “Mario Marín es el mejor gobernador de todos. Hoy tenemos una mujer ejemplar y se llama Blanca Alcalá”.
Uno lee a la prensa poblana y es notable que, en la mayoría de los casos no en todos, los defensores de Alcalá y críticos del morenovallismo, son aquellos periodistas que recibieron obra pública, dinero, mujeres y hasta polvos para la nariz otorgados directamente de los principales operadores del marinismo. Y que su crítica inició cuando este gobernador no quiso alquilarlos y menos otorgarles obra pública.
Marín ronda el espectro al ver que los principales impulsores de ella son marinistas: Jorge Estefan Chidiac, Javier López Zavala, Juan Carlos Lastiri Quiroz, el delegado de Sedesol en Puebla, Juan Manuel Vega Rayet, Alejandro “Ardilla” Mier y una sarta de personajes que eran empleados del marinismo, la lista es muy amplia.
Blanca fue quien se subió a ese tren del mame con su polémico spot “No soy preciosa”, cuando en una sola toma dice: “Ni preciosa, ni bonita, ni pantalla”. Hasta esa fecha solo los troles de twitter y los bots la habían señalado así. Nadie serio le había dicho “La Preciosa” o la “Pechocha”. Nadie. Ella se puso el mote así misma.
La aparición de Ana Teresa Aranda y el juego en redes es también una muestra del marinismo en la campaña de Blanca Alcalá. La guanajuatense desde hace más de 10 años que no critica al PRI. No ha cuestionado en ningún momento a Alcalá. Incluso se tomaron fotos poco antes del inicio de la contienda.
Ana Teresa fungirá para hacerle el caldo gordo al PRI. Para atacar a Moreno Valle y a Tony Gali. Hay quien asegura que en el 2010 recibió dinero de Javier López Zavala para hacer una campaña contra Rafael Moreno Valle. No sería extraño si consideramos que “La Doña” (así le decían en el PAN, en referencia a su papel estilo María Felix) es una mujer que le guardó rencor al actual gobernador por haberle ganado en una contienda interna.
No hace falta ni tres dedos de frente para leer las redes sociales y ver quienes son los que más festejaron la incursión de Aranda en la contienda: los priistas. Con discursos de #TonyGali #Tienemiedo.
Lo más grave de todo es que Aranda a quien más afecta es a Blanca Alcalá, porque al ser independiente y ser mujer le roba votos a todos y quien sale más afectado es el que está abajo, no el que está arriba. Además, Aranda, independientemente de su oculto marinismo, ella sí jugará a ser oposición, lo que Alcalá no sabe o teme hacer.
Por lo que le quita más votos a Alcalá que al PAN. Otro detalle, los panistas, conocen muy bien la actitud traidora y autoritaria de “La Doña”.
Blanca Alcalá es la nueva representante del marinismo, pues sus hechos hablan más que sus palabras. El marinismo que fue repudiado por el cobro de comisiones en obra pública, los juniors en Ferraris de lujo en los antros de Puebla, la corrupción y el inicio de una inseguridad en el estado de Puebla. ¿Ya se nos olvidó en qué fechas entraron los “zetas”?
La lucha entonces es quienes no están de acuerdo con las botellitas de Cognac contra los “preciosos”.
Después de todo no hay nada más precioso que el PRI.
Es un PRI precioso.
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