Ya se supo: Mario Marín Torres como gobernador de Puebla fue cómplice de Blanca Alcalá para que la candidata del PRI a la gubernatura se hiciera de su “Gasolinera Blanca” de la cual gana 100 mil pesos mensuales aproximadamente.
Blanca quien ha negado públicamente su relación con el ex gobernador de Puebla, acusado de proteger a un empresario inmiscuido en una red de pederastia y haber encarcelado injustamente a la periodista Lydia Cacho por detonar el escándalo de abuso de menores y prostitución infantil queda demostrado que van de la mano.
En documentos obtenidos por este columnista se detalla que el 28 de enero del 2011, el secretario del Medio Ambiente y Recursos Naturales (SMNR), Francisco Castillo Montemayor, le otorgó la licencia de impacto ambiental para que pudiera funcionar la gasolinera ubicada en la calle 11 Norte 2002, en la colonia “El Tamborcito”.
El resolutivo a favor se dio dos días antes de que Mario Marín dejara la gubernatura de Puebla para entregarle la estafeta a Rafael Moreno Valle Rosas y 17 días antes de que Alcalá dejara la Presidencia Municipal de Puebla.
Alcalá no fue tan Blanca como lo presume en su imagen, pues aprovechó su cargo para hacerse de dicho negocio, lo que presuntamente podría incurrir en un tráfico de influencias, ya que la gasolinera “blanca” la administraba una tía suya para después le cedieran a la hoy candidata priista el 25 por ciento de las acciones en ese negocio.
Según información de la reportera Viridiana Lozano, jefa de información de este portal de noticias, la candidata del PRI a la gubernatura del estado, Blanca Alcalá aprobó en 2010, durante su gestión como presidenta municipal de Puebla, la Licencia de Uso de Suelo para la construcción e instalación de la gasolinera Nacozari Gasolinera SA de CV y cuatro años después se convirtió en dueña del 25 por ciento de las acciones de esta estación de servicio.
¿No qué no Blanquita?
La candidata del PRI ocultó dicha información en su 3 de 3, pues no detalló cómo es que se hizo de su gasolinera.
Hay que recordar que desde el inicio de la precampaña, Marín se subió al templete con la candidata. Situación que le afectó en su imagen pues en redes sociales recibió la rechifla unánime de los internautas, además de una crítica muy severa de la periodista Lydia Cacho.
Blanca Alcalá salió a decir que Mario Marín no la apoyaba, pero los hechos hablan más que mil palabras, pues en el documento de la Secretaría del Medio Ambiente queda claro que sí recibió el apoyo Fast-track de la administración marinista, para que se hiciera de uno de sus tantos negocios que ahora han salido a la luz pública.
¿No es extraño que un resolutivo se firme y autorice con tanta premura a dos días de dejar su cargo en beneficio de una alcaldesa de su mismo partido?
¿No es para pensar mal?
Este hecho ¿no genera suspicacias?
Blanca está enredada en sus propias mentiras. Sino miente, oculta y ocultar es decir medias verdades, es decir, engaños.
Este hecho, pone en evidencia que Blanca no es tan Blanca y que su paso por la administración municipal fue para hacerse de negocios al amparo del poder.
O a poco a un ciudadano de a pie le iban a firmar un documento Fast-track, dos días antes de entregar las oficinas.
Por Dios.
Que Dimas y Gestas, los ladrones más famosos del mundo, los rediman.