En concreto: si eligen a Blanca Alcalá o a Enrique Doger como candidatos a la gubernatura, el CEN del PRI y la Presidencia de la República le interesa ganar Puebla (No sabemos si ganen pero habrá competencia).
Si mandan a Alberto Jiménez Merino, el PRI perderá otra vez. El aspirante Merino es un mal candidato. No tiene propuesta y carece de discurso. Nadie negará que es un buen tipo y es un experto en su área, pero es un mal candidato en este momento. Es, digamos, un... un... impresentable.
En concreto: si Veracruz y Oaxaca están perdidos para el PRI, ni la Presidencia de la República ni Manlio Fabio Beltrones se arriesgarán a fracasar en Puebla. No es la guerra contra el gobernador poblano ni es si lo dejan crecer o no. Eso es especulación del típico “orejita” de gobernación que huevonea en un café del zócalo. No, la guerra es contra Andrés Manuel López Obrador en el 2018.
Perder el 2018 para Peña Nieto y para Manlio Fabio es perder una gran cantidad de poder y sobre todo de negocios. En el 2018 será la última oportunidad que tenga el tabasqueño de ganar y si el descontento social sigue pues tiene muchísimas posibilidades de triunfar.
Puebla es un bastión importante para el PRI, como también lo es para los que ahora dominan el PAN. Puebla es desde el 2012 simpatizante de López Obrador aunque en esta ocasión su partido Morena mande un perdedor, un desconocido que solo aparenta ser un viejito buena onda.
En concreto: Blanca Alcalá es quien tiene más posibilidades de ganar si es la candidata aunque los números hoy favorecen a Antonio Gali Fayad. La proyección que da ser presidente municipal le da muchos puntos arriba. Eso dicen las encuestas.
Enrique Doger jugaría con una campaña de contraste y declararía la guerra contra el mandatario estatal. Blanca no lo hará. Ella jugará con su imagen, la cual socialmente es buena. Ambos suspirantes tienen puntos buenos y puntos malos. Ambos tienen amigos internos y enemigos ídem.
El respaldo de Blanca Alcalá es Emilio Gamboa Patrón y hay quien dice que también Rosario Robles (¿recuerdan Sostén?). El respaldo de Enrique Doger es Manlio Fabio Beltrones. Manlio y Gamboa son compadres, amigos y hasta cómplices en muchísimas historias. Es fácil que entre ellos se pongan de acuerdo.
Si va Blanca Alcalá de candidata (todo apunta a que así será a menos de que ocurra algo de último minuto) sí contará con todo el respaldo (dinero, espías, poder) de parte de Los Pinos y de las oficinas de Insurgentes, pues ha trascendido que es parte de sus acuerdos para dejar el Senado.
Si fuera Jiménez Merino pues… Mario Marín le inyectaría lana porque es su cuate, varias organizaciones de campesinos y un grupo de pasquineros y de viejos priistas desempleados, así como varias uniones de payasitos y asociaciones de amas de casa de alguna colonia como San Manuel harán conferencias de prensa en el Villa Rosa. Ya saben, todo por gorrear los chilaquiles y la cecina en la mañana.
En concreto: no, aún no hay negociación ni acuerdos en lo oscurito como ni teorías conspirativas, ni hay una raza alienígena ni un gobierno detrás del gobierno en estas elecciones que vienen. Esto es muy simple: si Tony Gali mantiene sus números y no comete errores ganará. Tendrá una pequeña baja cuando solicite licencia y veremos quién queda en su lugar que eso le impulsará o le puede afectar.
El PRI sí jugará a ganar. No sabemos si lo haga. Queda claro que la actual dirigente de ese partido le dará las gracias, porque ya fue, porque al final le faltó consolidar su liderazgo y algún duende verde le vendió la idea de que ella podría ser precandidata a gobernadora en el 2018. Nada más absurdo. Seguro será candidata a algo porque el pastel será muy grande, pero nada más.
Sí la del 2016 será una elección competida. No es un día de campo para ninguno de los dos bandos. Y ahora sí el PRI debería anunciar a su candidato, pues pasando el quinto informe del gobernador las reglas de la política cambian.
El informe será este viernes próximo. A partir de ahí. Inicia el último año de poder del gobernador. Veremos qué pasa.
Sugerencia: no hay que especular demasiado, aunque la moneda esté en el aire.
En concreto: no hay nada para nadie. Las encuestas favorecen al PAN y a su candidato hoy, pero la historia ha demostrado que es muy difícil que se mantengan los números a menos que los adversarios sean pésimos candidatos.
Y no hay que confundirse las elecciones son como las guerras: son negocios. Lo que se busca es conseguir el negocio o consolidarlo. Lo demás es pura demagogia (aplica también para Morena).
En cuanto.
PD. Feliz año.