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¿Dónde quedó el Yunque?

Por Zeus Munive / /

Hace años, esa organización católica clandestina servía como grupo de presión a los gobiernos priistas.  Había activistas en las estructuras de poder, en medios de comunicación, en partidos políticos y sobre todo en Acción Nacional que lo dirigían y usaban como moneda de cambio.

Con Jiménez Morales se enfrentaron aventando a Ricardo Villa Escalera y armando verdaderas movilizaciones, con Mariano Piña Olaya al final negociaron. Manuel Bartlett se enfrentó a ellos, pero estos respondieron y usaron un conflicto post electoral como fue Huejotzingo para minimizar su poder.

A Mario Marín lo confrontaron con el caso Lydia Cacho, pero al final se dejaron comprar.

Ahora no son nada. Y nada es decir nada. Solo una pequeña representación en el Cabildo de Puebla, pero sin ningún poder de decisión en las filas de Acción Nacional. De hecho, los andan quemando en la prensa porque no pagan sus cuotas. No como antaño que decidían, imponían, golpeaban y negociaban con los gobiernos priistas en turno.

Eduardo Rivera está en el exilio. Regresó hace unos días para armar su estructura a favor de Margarita Zavala, pero no generó ninguna polémica. Sólo se quejó porque no le aprueban su cuenta pública. Margarita, por su parte, no quiso denunciar con nombres y apellidos a quien responsabiliza el ex alcalde poblano, así que no sirvió de mucho.

Francisco Fraile ya entregó las naves. Ya no se confronta. Ya no aparece. Ya evita mayores conflictos. Después de que le acercaron el fuego por supuestas irregularidades en el IMSS, Paco Fraile ya no quiso más problemas.

Personajes como Francisco Emmelhainz, quien es uno de los líderes de dicha organización, está más preocupado por la UPAEP y por sus negocios que por el control del PAN.

Jorge Ocejo Moreno también desapareció del mapa. Alguien manejó la especie de que podrían incluirlo como consejero nacional del PAN pero ya no tiene más seguidores. Su hijo Íñigo, quien fuera tesorero con Eduardo Rivera también anda borrado del mapa político.

Ana Teresa Aranda, aunque es la única crítica del sistema actual, ya ni siquiera es panista. Seguirá comulgando con las ideas de derecha, pero ya no tiene influencia.

Pablo Rodríguez Regordosa es el único activista yunque que aún tiene representatividad dentro del panismo, pero tanto a él como a su esposa solo les ha interesado quedar bien con Moreno Valle, además de que en los próximos meses, se espera deje la dirigencia municipal. De todos es sabido que Tony Gali Fayad aún no lo perdona, así que se sumaría a los inactivos en el PAN.

Rafael Micalco está prácticamente solo. Son ya muy pocos quienes lo ayudan o quienes lo apoyan. Se volvió un crítico del morenovallismo al final, aunque al principio era de sus huestes.

Juan Carlos Mondragón también quedó en el ostracismo. Aparece de vez en cuando, pero ya no tiene ningún poder de influencia entre la bufalada azul.

Muchos yunques promotores del morenovallismo fueron exiliados.

¿Dónde quedaron las duras posiciones de las cámaras empresariales? ¿Por dónde andarán los Espina Reyes?, por ejemplo, pues don Jorge fue uno de los grandes promotores y adoctrinadores de la llamada ultra derecha en Puebla

¿Dónde quedó Antonio Ramírez Castellanos (a) El Caimán?, durante años director del Instituto México. Su hija Angélica terminó siendo una seguidora del morenovallismo y hasta fue impuesta por el morenovallismo como candidata a diputada federal 2015, con pésimos resultados, por cierto.

Roberto Grajales Espina, sobrino de Jorge Espina Reyes (el santón de la derecha) también terminó como un aliado del morenovallismo. Claro, su papel es y ha sido muy menor. Nadie lo aguanta (no por pesado, que lo es) sino por neofito en el Tribunal Superior de Justicia.

¿A dónde quedó José Manuel Rodoreda Artasánchez? De los impulsores de la ideología de derecha de Puebla y que desde hace mucho no aparece ni en medios ni en reuniones empresariales.

¿Qué fue de las llamadas familas custodias?

 Miguel Ángel Mantilla ex delegado de Economía ahora es un gritón del Bronx panista, pero en eso quedó.

 El Yunque en Puebla está dividido, comprado, confrontado. Lo poco que queda de ese movimiento está más dedicado a sobrevivir y a salir del paso al morenovallismo. Por eso es que resulta casi imposible que en el 2018 puedan tener una posición importante o competir electoralmente.

Solo les queda Margarita Zavala como su salvadora, pero en caso de no llegar la esposa de Calderón a la candidatura mínimamente morirán en el olvido.

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