A dos años de la crisis de la Fundación Jenkins, el Sistema de Administración Tributaria (SAT) determinó que la fundación de la Universidad de Las Américas Puebla (UDLAP) ya no puede recibir donativos deducibles de impuestos.
El pasado 15 de julio dentro del Diario Oficial de la Federación (DOF), el fisco publicó la notificación con el número de oficio 700-02-05-2016-3469, la cual señala que el motivo de su revocación es que los estatutos de la organización (Fundación UDLAP) “no se adecúan a las disposiciones legales vigentes, relativas a la autorización para recibir donativos deducibles y acreditamiento no idóneo”.
En 2014, Guillermo Jenkins de Landa –quien hasta 2013 formaba parte del patronato de la fundación Jenkins—presentó una demanda ante la Junta para el Cuidado de las Instituciones de Asistencia Privada del Estado de Puebla donde documenta que dicha fundación donó el 30 de abril de 2014, todo su patrimonio –valuado en 720 millones de dólares– a la beneficencia “Bienestar de Filantropía”, con sede en la isla Barbados.
En ella, acusó a sus padres y hermanos de usar la fundación en su propio beneficio para triangular dinero para inversiones inmobiliarias, por lo que pidió abrir una investigación ya que la herencia de su abuelo solo son a beneficencia de los poblanos.
A partir de este escándalo, en marzo de 2015, el SAT también revocó el permiso a la Fundación Jenkins del padrón de donatarias autorizadas, bajo el oficio 600-04-02-2014-87444, estatus que le permitía no pagar impuestos.
Es preciso destacar que las finanzas de la fundación Mary Street Jenkins se fueron a pique ya que entre 2013 y su patrimonio apenas alcanzó los 4.3 millones de dólares por rendimiento de inversiones y su activo neto fue de sólo 2.8 millones de dólares, es decir tuvo una caída del 98.8 por ciento.