Es normal que las parejas en algún momento de la relación sientan que está ocurriendo algo y por este motivo es que tratan de buscar alguna solución o de descubrir qué es lo que está pasando. Algunos revisan los teléfonos, contratan un detective y hasta ocultan cámaras en la casa.
Puede ser que no encuentre nada malo, pero aun así persiste la desconfianza.
La siguiente historia es sobre un hombre que empezó a sospechar de su mujer, pues la sentía rara, por lo que se decidió a poner cámaras en la casa para poder ver qué es lo que hacía cada vez que el salía de su vivienda.
Lo cierto es que esta pareja estaba teniendo demasiados problemas y la mujer no quería tener relaciones íntimas con él, fue ahí cuando comenzó a sospechar de esa actitud.
Durante los primeros días no encontró nada raro, pero el día que va la mujer del servicio encuentra esa respuesta que tanto buscaba.