Con diciembre llega la “armonía”, “el amor” y el “compañerismo” en las oficinas y las cenas de fin de año son el evento más esperado por muchos “Godínez”, ya que es el momento de soltar las corbatas y romper un poco las formalidades del día a día.
No en todas las cenas de fin de año está permitido ir acompañado; pero si en tu caso esta regla no existe y tienes chance de invitar a alguien, debes tener en cuenta que tu acompañante conocerá a algo así como tu "segunda familia" y que el papel del “suegro de miedo” estará interpretado por tu jefe, quien tal vez estará observando cómo se desenvuelven los empleados en un ambiente más relajado.
Hace tiempo les hablamos sobre lo que no debes hacer en las cenas de fin de año pero ahora, les traemos una pequeña lista con las 5 personas a las que definitivamente no debes llevar a este tipo de reunión:
1. Ex novios
No importa si estás en eso de la reconquista o si es tu mejor amigo o lo que sea. Por lo general con el alcohol las personas se desinhiben más y es cuando las pláticas incómodas y confesiones innecesarias salen a la luz. ¡No lo lleves!
2. Tu ligue nuevo
No importa si lo conociste en un bar, en Tinder o es tu vecino, no sabes cómo se comporta en ciertas situaciones y si se le pasan las copas, seguro no querrás un show con tus compañeros o no divertirte por estar al pendiente exclusivamente de él o ella y dejar de lado la convivencia.
3. Familiar
No importa si es tu mamá, tu hermano o tu primo. Por lo general el ambiente de trabajo es diferente al que tienes en tu casa, así que si tienen una forma específica de ser en tu núcleo familiar, es posible que el pariente que lleves se sienta fuera de lugar o incómodo.
4. Ex empleado
¿Necesitamos decirte las razones por las que NO debes llevarlo por ningún motivo? Si la persona no salió en buenos términos con alguien de la oficina o los abandonó para engrosar las filas de la competencia es probable que ni tu ni él disfruten de los comentarios incómodos o las indirectas (muy directas) de alguien de mayor rango.
5. A alguien de la competencia
Si tu mejor amigo trabaja en la competencia directa de tu empresa, tal vez no sea la mejor opción y aunque posiblemente sea algo que creas que es irrelevante, es posible que con las conversaciones a media comida pasen un mal trago.