En 2014 se descubrió un extraño lago que es en extremo salado y con altas concentraciones de metano, que se encuentra ubicado en el fondo del Golfo de México, cerca de las costas de Nueva Orleans, Estados Unidos.
El lago carente de oxígeno, es también conocido como “el jacuzzi de la desesperanza”, se encuentra a unos mil metros por debajo de la superficie del Golfo. Sus características extremas hacen que cualquier criatura que entre en él muera, principalmente cangrejos, anfípodos o peces.
Las particularidades del lugar, han hecho que la revista Business Insider lo nombre como: "El lago de donde nadie regresa vivo".
Erik Cordes, profesor de biología de la Universidad del Temple en Filadelfia, examinó el lago desde una embarcación sumergible y publicó sus hallazgos en la revista Oceanography.
Detalló que sus aguas son cuatro o cinco veces más saladas que el agua de mar que lo rodea, y halló bacterias, gusanos de tubo y gambas especialmente adaptadas.
La investigación de Cordes es relevante, ya que estos organismos que viven dentro del lago podrían parecerse a las formas de vida de otros planetas del sistema solar o de exoplanetas.