A las dos de la madrugada de este 18 de julio, Aida Flores Sánchez, una anciana de casi 70 años, escuchó una explosión y salió de su casa, en San Jerónimo Ocotitlan, comunidad perteneciente al municipio de Acajete. Aún no sabe cuándo volverá, pues una toma de gas LP arde a 100 metros de su propiedad.
Detrás de su casa se levantó una columna de fuego. Durante la madrugada, ladrones de gas abrieron el ducto y se les salió de control. Lleva más de 10 horas ardiendo a un costado de la autopista Puebla-Veracruz.
Me dijeron ya no regrese a su casa. Yo quería ver cómo estaba todo, si mi casa seguía aquí", dijo Aida, a quien PÁGINA NEGRA entrevistó frente a su casa, sobre la Privada 7 Sur, a unos metros de la autopista en el sentido que lleva a Veracruz.
Me estoy quedando con mi sobrina. No sé cuando acabe de arder, no sé cuando regrese a mi casa, puede ser hoy pero si eso estalla puede ser nunca", comentó Aida, quien era acompañada por una vecina para inspeccionar su casa.
Pero en la zona de Ocotitlán no solamente se encontraban los vecinos curiosos o los propietarios preocupados. En la pista, desde el otro extremo y en los muros de contención, colgaban jóvenes y niños: eran halcones provenientes de Santa María Nenetzintla, otra junta auxiliar de Acajete, célebre por el robo de hidrocarburo.
Los halcones llegaron a la zona en motocicletas y bicicletas. Algunas de las motos llevan hasta tres pasajeros.
Viene a echar ojo (...) Quién llega, quién entra y quién sale", dijo un empleado de seguridad Física de Petróleos Mexicanos.
Alrededor de las ocho de la mañana, tanto Seguridad Física de Pemex como Protección Civil del Estado, Amozoc y Acajete confirmaron que las válvulas fueron cerradas; solamente esperaban a que se consuma el gas para sellar la fuga.
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Mientras tanto se mantienen pendientes elementos del Ejército Mexicano, quienes bloquearon los accesos a civiles y vecinos. La fuga puede tardar varias horas más ardiendo, y hasta el momento no hay lapso aproximado de cuándo podrá apagarse para después ser sellada.
