Tal vez tenga algunos meses o incluso años que terminaste una relación y estás convencida/o de que por fin has logrado seguir con tu vida. Tal vez hasta tengas una nueva pareja o hayas hecho cambios importantes como tener un nuevo trabajo o mudarte de casa. No obstante, muchas veces, estos son cambios superficiales e inmediatos que hacemos para lidiar con el duelo de una relación.
Le llamo autoengaño a ese momento en el que quieres creer que ya superaste tu relación pasada pero no es así.
Algunos ‘síntomas’ que podrías tener son:
-Revisas sus redes aunque no se tengan agregados, o bien, revisas las redes de sus familiares y amigos.
-Hablas de esa persona frecuentemente o preguntas a amigos en común si hay novedades.
-Comparas, al menos en tu cabeza, tu relación actual con esa relación pasada. No importa si la nueva relación es ‘mejor’.
-Sueñas con la persona frecuentemente.
-Le odias o tienes resentimiento pero te gustaría que regresara.
-Te molesta o te duele saber que está con alguien más.
-Si hay un buen pretexto, le escribes o le llamas.
-Crees que algún día podrán ser amigos.
Si te identificas con alguna de esas señales, no te preocupes, no quiere decir que hayas perdido la cordura, solo que hay un duelo que no has resuelto.
Cuando no cerramos un ciclo, esto afecta nuestra vida y nuestras relaciones presentes y futuras. Es como estar ‘atorado’ y esto produce frustración y tristeza.
Ojo: no haber superado la relación pasada no quiere decir que todavía ames a tu ex, simplemente que no le has dado cierre a la experiencia, probablemente porque aún tengas cosas de aprender de ti mismo/a a partir de lo que sucedió en esa relación.
Te recomiendo buscar lecturas de terapia Gestalt o bien, acudir a un periodo breve de terapias que te ayuden a dar cierre y seguir plenamente con tu vida.
Como siempre, me encantará leer sus comentarios en Twitter en @betzalcoatl