18 de Abril del 2024

¿Qué es el síndrome de Peter Pan?

Por Betzabé Vancini / /

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Hace algunas semanas en Estados Unidos, padre y madre de una familia demandaron a su hijo de 30 años de edad para que se fuera de casa. Pese a que el jurado falló a favor de los padres, Michael Rotondo -el hijo demandado- alegó que apelaría la decisión pues “no está listo para irse de casa”. Finalmente llegaron a los 30 años los Millenials y ponen en evidencia que son una generación que lejos de buscar la independencia, hay una resistencia enorme a dejar la casa de sus padres y en pocas palabras, a crecer.

Como si fuera un augurio, en 1983, junto con el nacimiento de los Millenials, el psicólogo estadounidense Dan Kiley acuñó el término “síndrome de Peter Pan” para describir a esos adultos que se niegan a abandonar el rol de hijos y por ende, a responsabilizarse de sí mismos o hacer su propia familia. 

El primer signo de este síndrome es que la edad cronológica no empata con la madurez emocional. Es decir, la persona se muestra como despreocupada, ligera, irresponsable, incapaz de hacerse cargo de sí mismo o de otros y delega hasta las tareas más básicas a sus padres. La persona refiere no independizarse porque entonces tendría que pagar servicios, pagar renta, tender su cama, lavar su ropa, hacerse de comer y es más cómodo tener esas necesidades resueltas en el hogar materno/paterno. Esta resistencia a crecer produce relaciones de pareja superficiales, poco comprometidas y de “novios eternos” en las que, uno o ambos en la pareja, no están dispuestos a formalizar la relación o incluso a tocar temas económicos serios. 

Frecuentemente, estos “Peter Panes” del siglo XXI gastan su -mucho o poco- ingreso en actividades u objetos que no contribuyen a la economía del hogar de sus padres. Son consumidores de tecnología, videojuegos, juguetes de colección y gadgets, dueños/as de inmensos guardarropas, amantes de los viajes de solteros/as y fieles compradores de accesorios para mascotas. Se caracterizan también por hacer rabietas adolescentes tanto en la pareja como en casa pero evadiendo la responsabilidad de poner límites y distancia en las relaciones. 

¿Qué hay detrás de la resistencia a crecer? 

Detrás de esta eterna pre-adolescencia hay un enorme miedo a la soledad. El terror a descubrirse solo en un mundo abrumador y a no recibir ayuda de otros. Detrás de esta resistencia a crecer está la creencia de que no se es suficiente y que no se podrá con el ritmo de la vida adulta. Es decir, en el fondo es un problema grave de autoestima. 

La mala noticia es que El país de nunca jamás no existe y tampoco hay manera de frenar el crecimiento y eventualmente, el envejecimiento. El peor temor de Peter Pan del siglo XXI se hace real al morir sus padres y quedarse solo, desvalido e incapaz de estar a la altura de los retos que esto representa. No se trata de salirse “a la mala” de casa, por el contrario, se trata de establecer una relación horizontal con los padres en la que se descubran como adultos que se apoyan mutuamente, eso sí, cada quien en su casa. 

Como siempre, estaré atenta a todas su preguntas y comentarios vía Twitter @betzalcoatl

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