Todo un misterio sin resolver, digno de Scooby Doo, del agente 86, del Chapulín Colorado o el jefe Gorgori.
Si nos causó tantas dudas la misteriosa aparición de la propaganda de Mario Riestra que ha inundado todo el estado y que lo vemos lo mismo en espectaculares, medallones de microbuses o en sus ventanas laterales.
En los parabrisas de los taxis piratas del Periférico, en los espejos de nuestros hogares, en la oficina, en la escuela, y hasta en la sopa. Vemos personas güeras en la calle y creemos que es él, ya hasta a los lecheros y queseros les tenemos miedo, porque los correos fundimos y pensamos que nos van a dar un tríptico.
Si eso ya es un misterio, más misteriosa se me hace la reducción de los gastos que reporta al INE, pues apenas hace unos días haba reportado un millón 200 mil pesos y en lugar de que suba, lo más lógico por los días que van transcurriendo de campaña, los gastos del candidato del PAN al Senado van disminuyendo.
Es como el misterioso caso de Bejamin Botton, pero en lugar de pasar de viejito a niño, Riestra va pasando de una pírrica cantidad gastada en su campaña a una absurda cifra, va de más a menos, a pesar de que es la segunda fórmula al Senado de la coalición por México al frente y de que ha tapizado tooooodo, tooooodo el estado con sus hermosos risos dorados.
Y no les pasa que a dónde quiera que voltean está Mario Riestra. Ya sea que vayan en la Atlixcáyotl, que anden en Atlixco, Zacatlán, la Mixteca, Tecamachalco, o en varios puntos de la capital.
No es que sea mal pensado, pero Riestra Botton aparece espectaculares como Cristo apareció el pescado y el pan, y por su reporte de gastos de campaña, me imagino que le salieron en 5 pesos y no en 100, 200 o 300 mil pesos.
Muy raro el caso.
Y más raro que en lugar de que suban sus gastos, bajen.
O será que soy hombre de poca fe y no creo en los milagros como el de Riestra Botton, en la buena administración, los ahorros y las campañas austeras.
