¡Ay Diosito Santo!
Algo me está dando.
No crean que le estoy echando los canes y menos que ando de reportero chayotero, pero qué huevotes de Memo Deloya.
Se ve que están muy bien puestos.
Y es que oponerse al régimen priista, manotearle en la mesa a Jorge Estefan Chidiac y exigir que no metan mano en su planilla, se requiere de mucho carácter, determinación al grado de renunciar a la postulación si le imponían a los candidatos a regidores.
Muchos pensarían que es tirarse al vacío, pero en lo particular considero que es congruente con su discurso de acabar con las viejas prácticas del PRI.
De los tantos males de este país están los políticos chapulines y los que traicionan a su nación, su estado y su partido. Qué bueno que se opuso rotundamente a que Leobardo Soto, líder de la CTM fuera incluido en su planilla.
El señor fue diputado federal de 2009 a 2012. En 2013 fue electo diputado local por la vía plurinominal, si quiera lo hubieran mandado a competir y ahora quiere ser regidor pluri. Además, su hijo va en la lista del PRI a candidatos a diputados pluris para el Congreso local.
A Leobardo Soto se le acusa de haber hecho negocios con el morenovallismo, de ser beneficiario con la construcción de las plataformas de Audi, entre otras cosas.
No me cabe la menor duda que hay quienes nunca dejan de vivir del erario y este es un claro ejemplo.
Si estuviera aquí mi adorada Selene Ríos le brindaría un fuerte clap, clap, clap (aplauso) a su adorado Memo Deloya, solo por demostrar tremendos tamaños.
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Y la que nos quedó a deber tamaños, olvidó su discurso contra Moreno Valle y que lo acusó de balear su casa en la ciudad de México, fue Paola Migoya quien se registró como candidata del Partido Verde a la alcaldía de Puebla.
Tan rápido se le olvidó a Paola Migoya todas las críticas que hizo contra el régimen morenovallista, bastó con que le dieran la candidatura del Partido Verde para empezar a criticar a MORENA, pese a que hizo todo, movió cielo, mar y tierra y mintió con su cercanía a López Obrador para hacerse de la postulación.
En su registro ante el IEE, en lugar de criticar al morenovallismo como lo venía haciendo, se dedicó a criticar a los morenistas, cambiando radicalmente y de la noche a la mañana su discurso. Bien dice mi abuelita “Caras vemos, mañas no sabemos”.
Lo bueno es que esta señora solo está de paso por Puebla.
