29 de Marzo del 2024

La compasión es un bien que escasea: humano como producto y servicio

Por Luz Marina Manzano Gómez / /

gritos esperanza

En la actualidad, cuando el dinero se vuelve el TODO, ya no importa qué vendemos y a quién con tal de sobrevivir.

Imaginemos por un momento no tener lo necesario, ni comida, ni mucha ropa, ni casa, ni celular, ni mucho menos servicios públicos o internet. Ahora imaginemos que esta realidad es continua y a diario. Ahora imaginemos que encima de ello, tenemos que caminar a diario y la sobrevivencia depende de cómo sepamos defendernos del otro

¿Qué diferencia hay entre esta situación y la de un animal irracional en plena selva? Yo no veo ninguna diferencia. Así esta idea la comparto.

Ser migrante ilegal buscando sobrepasar fronteras con el fin de establecerse en algún lugar donde se pueda tener lo mínimamente necesario no es fácil y, es más o menos así.

Y todavía hay quien se atreve a aprovecharse de su vulnerabilidad… es bastante impresionante.

Tener mucho frío en las noches y mucho calor en el día, que el estómago duela porque las horas pasan sin poder saciar el hambre, no poder bañarse de manera “normal” para evitar enfermedades, y que cuando sea inevitable la enfermedad no haya forma de acceder a una medicina, sin hablar de la sed que debe producir caminar horas y horas a diario porque incluso, puede ser más peligroso pedir apoyo a cualquier persona trasladándose en carro que pueda pasar de manera cercana; debe ser desesperante, debe ser digno de compasión.

El tema del tráfico de personas, el tema del tráfico de órganos, el tema del rapto de menores, el tema de la trata de mujeres, el tema de la neo-esclavitud de tipo laboral, tienen que ser temas que nos importen a todos, cuando está ocurriendo más comúnmente en nuestros países de lo que se cree.

¿Es posible tanta saña para perjudicar a quienes ya se encuentran en una situación crítica como la antes mencionada? Sí… es posible. Es entonces cuando me pregunto ¿Tiene esperanza este mundo? Conteste usted a su manera…

Yo por mi parte, no puedo más que preguntar ¿Cuál es el valor de una vida cuando su cuerpo y su energía tienen un precio? Es GRAVE lo que está ocurriendo respecto a este tema en los países latinoamericanos. Que se reflexione sobre el tema, que en esta Tierra, todos somos humanos…

La misma posibilidad de perjudicar a otro es la misma posibilidad que se tiene de ser perjudicado. En términos de azar y estadísticas, las probabilidades son las mismas…

Da la compasión que mereces, y de esta manera, deseo que no tengas que comprobar en carne propia lo que estos seres están teniendo que pasar a estas mismas horas, mientras deslizas esta página de internet… Cuando la vida vuelva a valer más que el dinero, entonces será más fácil sobrevivir más que como animales irracionales, como seres humanos; sin embargo, este es el llamado, que no se pierda la esperanza.

Gracias por leerme.

El Hada Guerrera.

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