Ay pobre de mi PRI, tan cerca del erario y tan lejos de la gente.
Mis amigos candidatos a diputados federales tanto insistieron y esperaron una reunión con la dirigencia estatal, para que les dieran certeza de que no los abandonarían, de que si les llegarían los recursos, de que no estaba pactada la elección, pero salieron peor de lo que entraron.
No recibieron buenas noticias, de hecho el panorama que les dieron fue muy desolador, un solo rayito de esperanza del que se colgarán la mayoría; lo bueno es que la esperanza siempre muere al último, pero ante las encuestas y estadísticas que tienen, no se ve un escenario muy favorable para ellos.
Esta reunión de los priistas con la dirigencia estatal se resume en tres noticias:
La buena
Los sabrosos Néstor Camarillo y Enrique Rivera —chiquitos bebés dicen por ahí— ex alcaldes de Quecholac y Chignahuapan, respectivamente, son los únicos que tienen su lugar seguro en San Lázaro. Encabezan las preferencias electorales, están bien posicionados en sus distritos y no tienen mucha competencia que digamos.
Ah, se me olvida, lograron aplacar al candidato a diputado federal por Atlixco, Juan Manuel Vega Rayet, por supuesto, le darán una minibolsita de recursos para que pueda hacer una campaña medio decente y ya no se queje, aunque es de los que aún están vivitos y coleando.
Y disiparon las dudas de Humberto Aguilar Viveros sobre “la elección negociada”. Le juraron y perjuraron que no hay negociación y el PRI va a pelear con todo, lo único malo es que no le están dando los números y la imagen que tiene el tricolor es más que pésima.
La regular
Hay cinco candidatos competitivos que aún no están muertos, pero tampoco tienen garantía de llegar a la Cámara Baja del Congreso de la Unión. Y a ellos son a los que les darán más recursos para que puedan remontar en las encuestas y den la lucha en las urnas.
Pero aún con más recursos su futuro es incierto, no hay garantías de que puedan ganar, pero la dirigencia estatal se comprometió a apoyarlos y no dejarlos solos, pues para que al menos de “todo lo perdido, haya poco ganado” o algo así, eso de los refranes no se me dan.
La mala
Hay ocho distritos que están de plano perdidos y serán repartidos entre Morena y el PAN. Yo que estos amigos priistas al menos agradecería la honestidad de Javier Casique, el nuevo dirigente estatal de PRI, porque otros políticos les hubieran vendido espejitos y cuentos chinos, ya saben: “Vamos bien, vas a ganar, estás arriba en las encuestas, vamos con todo...”, etc, etc, etc.
Digo hay que agradecer la sinceridad de mi amigo Casique, al menos estos amigos priistas ya no tendrán tanta incertidumbre, ni vivirán en la zozobra como los otros cinco que por dos meses se estarán comiendo las uñas.
