Así aplicó para varios morenovallistas el pasado 16 de mayo cuando en una reunión privada de estructura rumbo a la elección del primero de julio, vieron entrar juntos y abrazados a Rafael Moreno Valle y Lalo Rivera.
Ahí estaban Jorge Aguilar Chedraui, Franco Rodríguez y Mario Riestra con la cara de vergüenza de haber criticado la administración riverista y hasta votado a favor de inhabilitarlo y mutarlo por supuestas irregularidades en su cuenta pública.
Moreno Valle y Lalo Rivera recorrieron juntos el salón para ir saludando uno a uno a todos los candidatos que ahí se encontraban.
Estaban los abanderados a diputados locales, federales, senadores, todos menos la candidata a la gubernatura, Martha Erika Alonso, quien tenía una gira al interior del estado.
El exgobernador de Puebla dejó claro su apoyo y el de su estructura a Lalo Rivera.
Su presencia dispersó por completo los rumores de que estaban operando para que en la capital votaran por Compromiso por Puebla e hicieran perder a Rivera.
En un breve discurso les dejó claro que no hay manera de ganar el estado si no se gana la capital.
Fue ahí donde acordaron que pronto habrá un evento en el que participarán todos los candidatos y se notará el apoyo a Lalo Rivera, como se los platiqué la semana pasada.
Les presentaron un breve análisis de su posicionamiento en las encuestas y con los números en la mano les hizo ver que no hay otra forma de ganar la elección.
En la capital, según los datos presentados, van arriba en los distritos del norte y en el sur su tendencia es a la baja, por lo que acordaron aumentar la propaganda y operación en esa zona.
Así les pasó a los morenovallistas, hoy que les tocó estar abajo se encontraron con Lalo Rivera subiendo y si gana les irá peor.
