19 de Abril del 2024

El Tribunal Superior de Justicia, bajo revisión total de Héctor Sánchez Sánchez

Por Edmundo Velázquez / /

CuentaHastaDiez

Cuando te entregan casa o carro siempre tienes que checar que todo funciona.

Y si no, pues arreglar justo lo que no viene bien.

Checar que no haya goteras.

Que el carro no tire aceite y que la casa no tenga daños estructurales.

Así le pasó a Héctor Sánchez Sánchez cuando llegó como magistrado presidente del Tribunal Superior de Justicia.

La casa necesita arreglos enormes. Y el magistrado presidente encontró unos que fueron urgentes.

Por ejemplo, salieron cuatro funcionarios adscritos a la Presidencia del Tribunal.

Entre ellos Ernesto Gabriel Genis, director de Recursos Humanos; Josaphat Sánchez, de Contraloría Interna; Marco Antonio Solano, titular del Departamento de Adquisiciones y Heriberto Gómez Rivera, del Archivo Judicial.

En todas estas áreas se encontraron cosas que no olían muy bien.

Pero el Archivo Judicial fue el colmo. El inmueble conocido como “La Casa de la Teja”, que ubicada en el barrio de El Alto, se encontraba en condiciones deplorables.

En esa casa se guardan, nada más y nada menos, todos los registros histórico de la justicia estatal.

Y cuando llegó Héctor Sánchez Sánchez, la encontró invadida.

Quién sabe a quién se le ocurrió la puntada de subarrendar una parte de la propiedad a un grupo de Mariachis.

Así como lo lee. Desalojar a los músicos fue una bronca porque, además, tenían niños durmiendo ahí, y los usaron como escudo.  Hasta que se les amenazó con llamar al Sistema DIF Estatal, los mariachis se fueron.

“La Casa de la Teja” estaba para llorar. Y esa fue una de las razones por las que salió el director de Archivo Judicial.

Ya hubo una primera rotación de jueces de control, y decidieron mover fuera de la capital de Puebla y de la Casa de Justicia Centro a aquellos que no contaban con la sensibilidad necesaria.

Por eso, no sorprendió a nadie que el primero en salir de la Casa de Justicia en la capital fuera el juez Alberto Bagatella.

Pero vienen cambios mayores. Acá una lista de las cosas que vienen.

Mayor rotación de jueces.

Desaparición de juzgados penales que ya no son operantes.

La finalización a marchas forzadas de muchos expedientes que se encuentran rezagados.

Profesionalización de la carrera judicial.

La limpieza de las extensas ligas del nepotismo.

Como lo leen, aún falta mucho por arreglar en el Poder Judicial.

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