Existen tratamientos de belleza un tanto exóticos, pero cuyo objetivo es que luzcamos una piel sana, hidratada, limpia y sin marcas. Existe un tratamiento popularizado por Kim Kardashian hace unos años, el cual básicamente consiste en inyectar tu sangre humana o plasma en el rostro.
En teoría, este tratamiento busca dar resultados en el menor tiempo posible, y es que en las plaquetas se encuentran proteínas que ayudan al rejuvenecimiento de la piel.
Estos micro fragmentos proteicos (Factores de Crecimiento Plaquetario) contribuyen a formar el armazón de sostén de la piel: la dermis”, expresa en el portal el médico dermatólogo, Eduardo López Bran.
Este tratamiento surgió gracias a Charles Runels, un dermatólogo cosmético estadounidense que, al cuestionar la eficacia de los tratamientos que ‘estiran la piel’ y considerar el aumento de pacientes jóvenes, decidió innovar y crear el Vampire Facelif (Vampiro facial).
¿Cómo funciona?
El primer paso es extraer sangre del paciente. El médico que realice el tratamiento necesita entre 5cc y 10cc de sangre, de ahí se forma un suero en la centrífuga, el cual se inyecta en el rostro.
La sesión no dura más de media hora y se debe repetir cuatro veces de forma mensual, y luego cada seis meses.