Aerosoles, baños con esencias aromáticas, amarres y hasta ropa interior de colores son los rituales más comunes a los que recurren los poblanos días antes de la llegada del nuevo año, para atraer el amor en primer lugar y en segundo, la salud.
La dueña de un negocio herbolario-esotérico ubicado en el mercado La Acocota, Isabel Marín dijo que además 2018 será el año del perro de acuerdo con el horóscopo chino, animal que se relaciona con la fidelidad y la consolidación de negocios y relaciones.
Por eso vende figuras de perros que asegurarían prosperidad a quienes los compren, comentó, pero además de eso, ofrece veladoras, jabones con aromas, aerosoles con características metafísicas, así como hierbas para hacer “limpias”.
Este año, resaltó, pese a que el sismo del pasado 19 de septiembre afectó de alguna manera el poder adquisitivo de las personas, éstas regresan en esta época del año a buscar, sobre todo, salud y para atraerla se requieren veladoras, también jabones esenciales o alguna carne de animal, como de cobra o zorrillo.
Sin embargo, para Lourdes Ávila, del local de “Los Hierberitos” en el mercado La Victoria, es el amor lo que más busca la gente y algunos rituales que usan para atraer a la pareja deseada son desde amarres hasta limpias y perfumes de hormonas.
La efectividad del trabajo depende en un 50 por ciento de quien lo pide pues debe cubrir algunos requisitos también para atraer a la persona amada, destacó la mujer desde su local que además tiene otros fetiches en los que mezcla imágenes católicas y semillas o cactáceas como sábila.
Según comentó, ella tiene 30 años de practicar la esotería y cada año lo más deseado por sus clientes es amor, sigue la salud y en tercer lugar la prosperidad; pero también tiene productos para atraer supuestamente el dinero.
Por otro lado, Alberto Escobar, vendedor de ropa en el mercado La Acocota, explicó que las personas cada año consumen menos calzones y calzoncillos de colores. Hace cuatro años vendía hasta 500 piezas, ahora espera que sean 200, lo que representa una merma de 60 por ciento durante un periodo de cuatro años.
Esta situación no se la atribuye a una disminución de las creencias de la gente para mejorar su situación para recibir el nuevo año, sino a que cada vez hay más competencia, es decir, más negocios que venden ropa interior de colores para atraer lo que se desea.