El Partido del Trabajo y el Revolucionario Institucional (PRI) presentaron una reforma al Código Electoral para que sea incluida la figura de violencia política de género, esto después de que en la última contienda electoral por la gubernatura, tres candidatas acusaron ser víctimas de estos ataques por parte del morenovallismo.
La propuesta establece que la violencia política de género se dará cuando se vulneren los derechos político-electorales de las mujeres y se bloquen sus funciones en el cargo público o político que desempeñen.
Se manifiesta en presión, persecución, hostigamiento, acoso, coacción, vejación, discriminación, amenazas o privación de la libertad o de la vida en razón del género”, se explica en el documento firmado por la petista, Lizeth Sánchez y la priista, Silvia Tanús Osorio.
En el desglose de hechos que puedan representar violencia política contra las mujeres se establece que esta existe cuando la autoridad electoral no distribuya de manera equitativa los recursos.
Proporcionar o difundir información con la finalidad de impedir o limitar el ejercicio de los derechos político-electorales o impedir el ejercicio de sus atribuciones o facultades”, es otra de las causales.
En las modificaciones al artículo 200 BIS se expone que la proponga de pre-campaña no deberá contener expresiones que afecten a las mujeres.
Las diputadas también incluyeron una reforma a la Ley para el Acceso de las Mujeres a una Vida Libre De Violencia en este sentido y se establece que el Instituto Electoral del Estado (IEE) sea el responsable de vigilar que no ocurran este tipo de prácticas.
Incluso, el órgano electoral formará parte del Sistema Estatal para Prevenir, Atender, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres.