Desde el Estado de México, el precandidato presidencial Andrés Manuel López Obrador confió en que la gente está más “despierta y consciente”, a pesar de la pobreza en esa entidad, a la misma que llamó a “cuidar” las casillas y los votos de la elección del 1 de julio.
Sobre todo, dijo, en las zonas apartadas, donde a su juicio hay más “fraude”, a través de robos y falsificación de actas.
Acusó que el Instituto Nacional Electoral (INE) entrega a los “mapaches del poder” el listado de representantes de casillas para que los vayan a tentar con dinero y avalen el fraude o, definitivamente, no asistan a los comicios.
Emulando a la maestra Delfina Gómez –excandidata morenista al gobierno mexiquense-, dijo que van “requetebién” al enseñar una encuesta publicada en el diario El Debate.
Y presumió: “llevamos” 47.2% en intención de voto; seguido de Margarita Zavala (14.4), José Antonio Meade (10.2), y Ricardo Anaya (8.7).
En su video, desde su gira en el Estado de México, el tabasqueño vaticinó que en los próximos meses de abril y mayo, “la mafia del poder” –calificativo que atribuye a los partidos en el gobierno-, se unirán en su contra.