El municipio de Atlixco, Puebla es una zona de desastre, el zócalo fue el más afectado por el sismo de 7.1 grados que sacudió el estado la tarde del 19 de septiembre.
Casas, restaurantes, iglesias y el exconvento del Carmen donde murió la directora de Obras, Diana Canseco, permanecen acordonados pero ni a la gente ni a las autoridades les importa.
Esta mañana CENTRAL realizó un recorrido por las calles y edificios más afectados, pese a las cintas de "peligro" la gente circula libremente.
Un oficial de tránsito advierte que el exconvento está a punto de venirse abajo, lo advierte al mismo tiempo que levanta la cinta para darle paso a un automóvil que para librar los escombros se sube a la banqueta casi rozando la fachada del edificio que se vino abajo.
Hasta el mediodía protección civil no estaba en la zona ni habían pasado a revisar muchos de los hoteles y restaurantes.
Sin saber si en algún momento se puede venir abajo, un grupo de jóvenes hacen una cadena humana para sacar los escombros de un estacionamiento.
Otros se organizan en brigadas en el zócalo con palas, picos y cubetas para ir a las casas a sacar el escombro.
"Necesitamos manos, no solo gente que venga a ver", dice una de las voluntarias quien se asume como la jefa del grupo de jóvenes universitarios que han llegado listos para ayudar.
Un señor muestra la casa del vecino casi destruida y sube a su techo para mostrarnos la impresionante cúpula de la Parroquia de la Natividad, se partió a la mitad "si vuelve a temblar se cae".
La empleada de una tienda de mascotas en la avenida Libertad cuenta con lágrimas en los ojos como apenas alcanzó a salir cuando todo se vino abajo.
En el lugar la retroescavadora de un voluntario ayuda a levantar los escombros, cada que levanta un montón de piedras los dueños corren a rescatar algunos de los productos que vendían, todo su patrimonio en una inversión de 200 mil pesos que quedó sepultada.
Atlixco reportó 7 personas que murieron en el terrible temblor y 60 edificios con daños estructurales.
