En tan solo una semana han ocurrido 20 ejecuciones en diferentes puntos del estado de Puebla, todas relacionadas al problema del robo de combustible y que derivaron de la muerte de los importantes líderes huachicoleros: “El Kino” y “El Kalimba”, quienes pertenecen a grupos contrarios y ya estaban acercándose a operar en la capital del estado y los municipios de la zona metropolitana.
Lo que ha parecido una limpia contra distribuidores de huachicol comenzó la madrugada del lunes 30 de octubre, en el municipio de Tlaltenango, cuando “El Kino” y cuatro de sus trabajadores fueron acribillados con arma de fuego. En el lugar de los hechos se encontraron 120 cartuchos repercutidos de arma de fuego de alto calibre.
Ese mismo día, en la carretera federal Puebla-Tehuacán, cinco personas ―presuntamente relacionadas con el anterior crimen― asesinaron a dos conductores para robarles su auto pues, en su huida, abandonaban los vehículos y robaban otros para evitar ser detenidos.
De ahí, las siguientes ejecuciones ocurrieron en la capital poblana. En la colonia Lomas 5 de Mayo al interior de una clínica donde se encontraba “El Kalima” y otras tres personas más, mismas que fueron asesinadas con el tiro de gracia; entre ellas una enfermera y un doctor.
La larga jornada de ejecutados del lunes 30 de octubre terminó en Amozoc, donde fueron acribillados dos hombres: uno murió en el lugar y el otro fue trasladado a un hospital, pero su estado de salud se reportó grave.
Al siguiente día, el martes 31 de octubre, la limpieza continuó cuando cuatro personas fueron ejecutadas en el municipio de Palmar de Bravo y dos días después, fueron encontrados otros dos cuerpos embolsados con el tiro de gracia.
El 1 de noviembre, los ejecutados siguieron llenando las planas de la nota roja. En diferentes puntos del estado fueron encontrados otros dos cuerpos: uno envuelto en una lona en San Jerónimo Caleras y otro acribillado y abandonado en la batea de una camioneta debajo de un puente de la autopista México–Puebla, en Santa María Moyotzingo.
La pelea por el control de la plaza huachicolera: una guerra entre Los Zetas
A pesar de que la semana pasada circuló un mensaje de WhatsApp entre vecinos de Palmar de Bravo, en el cual presuntos miembros del Cártel Jalisco Nueva Generación se adjudicaban los ataques contra huachicoleros en la zona metropolitana de Puebla y en el Triángulo Rojo, fuentes dentro del sistema de Inteligencia Estatal advirtieron que se trató de una guerra entre bandas y grupos dependientes de Los Zetas.
La plaza del corredor Puebla-Veracruz se quedó acéfala desde el 30 de junio, fecha en que fue abatido en Chipilo, Ricardo Arturo Pacheco Tello, alias “El Quino”, quien se consideraba el principal líder del Cártel Jalisco Nueva Generación en el estado vecino. Este cártel tenía control del Triángulo Rojo y al caer, Los Zetas extendieron su poder a la zona metropolitana.
Fuentes en la Secretaría de Seguridad Pública detallaron a PÁGINA NEGRA que los Zetas comenzaron con una limpieza entre las bandas de menor jerarquía, familias y grupos que se hicieron del control del robo de hidrocarburo.
Los Zetas mismos comenzaron con las ejecuciones desde el lunes de la semana pasada, cuando mataron a cinco personas en Tlaltenango, cuatro personas en Puebla Capital y tres más en Amozoc.
Entre los ejecutados se encuentran líderes de bandas locales que tenían control de zonas como Acajete y Tecamachalco, Alfredo N., alias "El Kino" o "El Cuino" y Jesús Martín Mirón, "El Kalimba".
“El Kino” y “El Kalimba”, los capos asesinados
Alfredo N., alias “El Kino”, era un importante capo huachicolero que operaba en la zona metropolitana de Puebla y pertenecía al Cartel de Jalisco Nueva Generación.
De acuerdo a fuentes al interior de la Secretaría de Seguridad Pública, “El Kino” debía varios pagos a sus distribuidores y se negaba a pagar. Además de que se convirtió en una amenaza para otros grupos de chupaductos, pues extendió su área de acción desde Acajete hasta la zona de San Martín Texmelucan.
Al momento se ser asesinado, “El Kino” se encontraba tomando con sus trabajadores en el municipio de Tlaltenango. Al lugar llegaron sicarios de “El Kalimba” a cobrarle los pagos que debía. Se presume que este se negó y entonces fue asesinado.
Se sabe que “El Kino” buscaba expandir su negocio incluso, a otros estados de la república que colindan con Puebla.
Jesús Martín Mirón alías “El Kalimba” fue identificado por autoridades estatales como un importante líder huachicolero en la zona del triángulo rojo que también estaba ligado al tráfico de drogas y pertenecía a la organización criminal “Zetas”.
“El Kalimba” recientemente había sido señalado como el responsable de asesinar a cinco personas, entre ellas una menor, que se encontraban en un punto de venta de huachicol en el municipio de Tecamachalco pues pretendía “hacer limpias” para ser los únicos que controlarían la zona.
VER: ¡Brutal! Banda del "Kalimba" balea a toda una familia en ajuste de cuentas entre huachicoleros en Tecamachalco
Versiones extraoficiales comentan que tras el asesinato de “El Kino”, un familiar de “El Kalimba” lo traicionó y dio su ubicación al grupo contrario para que fueran a ejecutarlo.
Los sicarios llegaron hasta la clínica EPMAC, donde “El Kalimba” se realizaba una cirugía para cambiar su rostro y huellas dactilares, esto con el objetivo de tener una nueva identidad. Ahí lo mataron a él, a una mujer y a dos hombres más.
Al siguiente día de la matanza, ejecutan a 4 en Palmar de Bravo
Un día después de las 12 personas que fueron asesinadas, en el municipio de Palmar de Bravo fueron encontradas 4 personas muertas, entre las que se encuentran dos mujeres.
Una de las víctimas quedó en calidad de desconocida y las otras tres fueron identificadas como Roberto Chávez, Ana Elia Chávez y Emilio Chávez. Por el lugar donde ocurrieron los hechos, se presume que este hecho también está relacionado al robo de combustible pues Palmar de Bravo se encuentra en el denominado Triángulo Rojo.
Algunas versiones señalan que uno de los hombres fue “levantado” por un comando armado y cuando su familia fue a su rescate, todos fueron asesinados.
Aparecen otros dos cuerpos el 1 de noviembre
El miércoles 1 de noviembre tres cuerpos aparecieron en distintos puntos de la ciudad. Se presume que dos de estos cuerpos fueron “sembrados” en el lugar del hallazgo pero asesinados en otro punto.
En la junta auxiliar de San Jerónimo Caleras fue encontrado un hombre acuchillado y envuelto en una lona amarilla.
La víctima tenía aproximadamente 35 años de edad vestía una camisa de color blanco a rayas amarillas y azules y presentaba una herida penetrante en el lado derecho del tórax.
VER: Encuentran hombre embolsado en San Jerónimo Caleras
Después, un hombre con al menos 20 impactos de bala fue encontrado en la batea de una camioneta que fue abandonada debajo de un puente de la autopista México–Puebla, en Santa María Moyotzingo.
El joven de 20 años de edad era originario de Tlaxcala y el móvil de los hechos se investiga como un posible ajuste de cuentas entre bandas dedicadas al robo de combustible.
El 2 de noviembre encuentran a otros 2 embolsados en Palmar de Bravo
Finalmente, el pasado 2 de noviembre fueron localizados dos cuerpos embolsados y que presentaban el tiro de gracia en el municipio de Palmar de Bravo.
Fueron vecinos de la zona quienes reportaron dos bolsas negras. Al llegar al lugar, las autoridades confirmaron que se trababa de dos hombres que habían sido ejecutados.
Aunque hasta el momento no se tienen identificadas, se presume que fueron víctimas de un “levantón”.
Toda esta de ejecuciones ha ocurrido en tan solo una semana y que derivo de la muerte de dos capos huachicoleros que operan en grupos rivales y aunque no se ha confirmado el móvil de los hechos de todas las muertes, la principal línea de investigación apunta a una “limpia entre huachicoleros”.