Imprimir esta página

Delincuencia

Policía de Veracruz ataca a padre que busca a su hijo secuestrado en 2014

- Foto: Especial

De los restos óseos encontrados por Rufino y madres del Colectivo Solecito, siguen en el interior del Servicio Médico Forense (SEMEFO) de Boca del Río, ubicado sobre la avenida Juan Pablo II

Por Sin Embargo

/ Ciudad de México

Ya tienen un año con los restos, no han identificado menos de un cinco por ciento. Nos lo entregan a los familiares. El señor Campa (Subsecretario de Derechos Humanos en la Secretaría de Gobernación) nos dice que está en avances, pero resultados o que nos ayuden, ninguno. Está en disposición de todo, nos dice que sí, pero nada más. Como los diputados, como los políticos”.

Hombres de negro, armados y con celulares o radios en manos merodeaban los predios de Colinas de Santa Fe, donde se ubica la fosa clandestina más grande de Latinoamérica. Estos varones, cambiaron la vigilancia del área natural por la casa de Rufino Bustamante Rodríguez.

Rufino busca a su hijo Cristo Dassaiev Bustamante Rincón, secuestrado cuando transitaba el callejón de Reforma del puerto de Veracruz. Entre las calles de Canal y Rayón. El viernes 4 de julio del 2014.

Al tercer año de desaparición, Rufino, padre de Cristo, decidió unirse al Colectivo Solecito para escarbar entre la arena. Anhelando encontrar pistas sobre el paradero de su único hijo. Los meses transcurren y no encuentra alguna prenda o hueso que perteneciera en vida a Cristo.

La tarde del miércoles primero de noviembre, un vecino de la casa de Rufino, detectó a hombres armados merodear la calle. Armas largas pendían de sus piernas que manipulaban motocicletas sin placas.

“Un vecino escuchó que decían mi nombre. Me avisó que me buscaba gente armada y me tuve que ir de ahí. No he hecho nada malo, busco a mi hijo con ayuda de otras personas que estamos en un colectivo”, exclamó en entrevista telefónica, refugiado, lejos de casa.
La tranquilidad del hogar caducó. La seguridad se convirtió en su prioridad momentánea, con tal de localizar los restos o pistas sobre el levantón que sufrió Cristo Bustamante Rincón en el municipio costero.

No voy a regresar unos días. Ya ni mi casa es segura. Estoy solo porque mi mujer no está aquí, por la situación que se recuerda. Yo me quedé por alguna cosa que nos vengan a avisar y nada”, insistió.

Encontrar el motivo de la intimidación con gente armada y encapuchada en las inmediaciones de su hogar, ronda los pensamientos de Rufino. No comprende por qué lo intentan contactar. Él solo ocupa una pala para retirar grandes cantidades de arena, de donde emergen bolsas negras con restos óseos.

Estoy buscando a mi hijo que desapareció el 4 de julio de 2014, eso es todo lo que he andado haciendo, soy técnico en refrigeración, no hago cosas extrañas, divido mi tiempo de trabajo para buscar a mi hijo” repitió.

Sin Embargo