Al Igual que los narcotraficantes le rezan a su santo, Jesús Malverde, los ladrones de combustible a Pemex en Puebla tienen ya a su Santo Niño Huachicolero, que en estas fiestas por la Candelaria fue el atractivo principal entre los habitantes del municipio de Palmar de Bravo.
PÁGINA NEGRA realizó un recorrido por los municipios del Triángulo Rojo durante la fiesta de la Candelaria, que se celebra el dos de febrero. Así pudo constatar que el Niño Dios adornó varias casas de los pobladores.
Su vestimenta es una túnica blanca, con detalles dorados, cuenta con una garrafa que contiene agua bendita y una manguera, principales herramientas para el robo de combustible.
Las peticiones que los pobladores hacen al Niño Huachicolero son evitar ser detenidos cuando ordeñan una toma clandestina, evitar incendios en donde ser resguarda el combustible, protección a su familia y “mantener su empleo”.
Pobladores de Palmar de Bravo con los que PÁGINA NEGRA pudo platicar, informaron que en las capillas de algunas viviendas —ubicadas en plena calle—, se honra a la imagen al Niño Dios con su atuendo religioso y su manguerita en la mano con su bidón.
El año pasado se hizo viral en redes sociales la adaptación del Niño Atocha como huachicolero, tenía unos tanques, galones y un par de mangueras, en alusión al robo de combustible.
Sin embargo, la versión oficial se dio a conocer hasta este 2 de febrero con motivo de los festejos del día de la Candelaria, donde aseguran que el sacerdote de la región no tuvo mayor conflicto en dar la bendición a estas imágenes.
El periódico El Sol de Puebla publicó en enero que el Santo Niño Huachicolero fue uno de los atuendos que más solicitaron los poblanos en los mercados dedicados a diseñar la vestimenta para las imágenes del Niño Jesús para los festejos del 2 de febrero.
VER: Santo Niño Huachicolero, la moda para esta Candelaria en Puebla
Además del Santo Niño Huachicolero está “La cumbia del huachicol” y el corrido “El huachicolero”.
La cumbia del Huachicol es interpretado por la cantante de ranchero Tamara Alcántara, quien de manera burlona relata sobre esta actividad.
Mientras, el corrido reconoce a las personas que se dedican a robar el combustible, y aunque los acusan porque obtienen “dinero sucio” responden que “en la vida hay cosas peores”.
Las canciones son pedidas entre los simpatizantes de las bandas de robo de hidrocarburo para amenizar las fiestas.