Migrantes de El Salvador y Honduras son captados y entrenados por sicarios de estos paises para delinquir en Puebla, reveló el coordinador del albergue Pastoral de Migrantes, el sacerdote Gustavo Rodríguez Zárate.
En entrevista tras su asistencia al Infome de Labores del rector de la Universidad Iberoamericana de Puebla, el párroco de la iglesia de La Asunción comentó que además tienen identificado que residen residen en la junta auxiliar de San Andrés Azumiatla, a un costado de la laguna de Valsequillo,
Dijo que debido a la llegada de estos sicarios —los cuales ya comienzan a formar pandillas— existe el riesgo de que en la capital poblana se incrementen los delitos.
Indicó que por culpa de estos, se “van a maltratar” a la mayoría de los centroamericanos que busquen ganarse la vida honradamente durante su estancia en la ciudad.
El riesgo está aquí en Puebla, las colonias nuevas de salvadoreños y hondureños está aquí en Azumiatla, a un lado de Valsequillo, porque fueron captados y entrenados por sicarios y son los centroamericanos malos. Por culpa de esos van a maltratar a la mayoría de los centroamericanos”, expresó.
El pasado 3 de septiembre, el titular de la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito Municipal (SSPTM), Manuel Alonso García reveló que las bandas dedicadas al robo de restaurantes, cajeros y vivienda eran lideradas, en su mayoría, por venezolanos y colombianos.
Triángulo Rojo, zona más peligrosa para el paso de migrantes
Por otro lado, Gustavo Rodríguez comentó que los municipios que conforman el Triángulo Rojo, son los más peligrosos para para el paso de migrantes en Puebla.
Explicó que las bandas delictivas que operan en dicha zona, reclutan a los migrantes centroamericanos para que roben autopartes o sean sus esclavos.
Señaló que debido a este problema se ha incrementado a 60 el número de casas de seguridad con el fin de que más migrantes sean víctimas de las bandas delictivas.
La zona más peligrosa para los migrantes es de Esperanza a Puebla, pasando por Amozoc, Acajete, Acatzingo, Tepeaca, Tecamachalco. Lo que percibimos es lo que nos platican los migrantes. Ubicamos unas 60 casas de seguridad. Los extorsionan, los ponen a trabajar en robo de autopartes, son esclavos”, puntualizó.