Dámaso López Núñez, “El Licenciado”, teme que lo asesinen en alguna cárcel mexicana, por lo que se dice dispuesto a llegar a un acuerdo con Estados Unidos para que lo extraditen.
Así lo revelaron a La Jornada funcionarios que participan en el Gabinete de Seguridad Nacional, quienes señalaron que el capo dijo que las disputas no surgen sólo por diferencias entre los líderes del narco, sino incluso por las letras de los corridos que hablan de sus integrantes.
Un ejemplo, dijo, es que por un corrido se hicieron enemigos su hijo Dámaso López Serrano, “El Mini Lic.”, y los hijos de Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo”.
Las fuentes agregaron que “El Licenciado” viajó a la Ciudad de México para esconderse, luego de que suscitaron confrontaciones con los familiares de Guzmán Loera tras su extradición a Estados Unidos y por la oposición a que asumiera el liderazgo del cártel de Sinaloa.
En la nota firmada por Gustavo Castillo y Javier Valdez se destaca que de Sinaloa a la Ciudad de México, “El Licenciado” y su esposa viajaron por tierra, porque a ella le dan miedo los aviones.
Tres inmuebles, en las delegaciones Miguel Hidalgo, Álvaro Obregón y Azcapotzalco, usaron para esconderse, los cuales fueron cateados la madrugada del martes pasado por militares y miembros de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) de la Procuraduría General de la República (PGR).
De acuerdo con las fuentes consultadas por el mencionado rotativo, identificaron a “El Licenciado” por dos vehículos en los que se desplazaba. Además revelaron que le gustaba conducir y en la capital del país se desplazaba sin escoltas. Demás, iba a comer a restaurantes en Polanco en compañía de su esposa.
Las fuentes agregaron que en el momento del cateo, el capo se metió al baño del departamento que ocupaba.
Contó a sus captores que era un hombre tan cercano a Guzmán Loera que a él le contaba lo que ni a sus hijos les decía.
Se dice que cuando fue interrogado formalmente en las instalaciones de la Procuraduría General de la República (PGR) señaló que temía ser asesinado en las cárceles mexicanas, por lo que dejó ver la posibilidad de llegar a un acuerdo con autoridades de Estados Unidos y allanarse a su extradición.