El repudio contra el acoso sexual que viven la mujeres en el Sistema Colectivo de Transporte (SCT) Metro en la Ciudad de México tiene un nuevo rostro. En paredes, puertas y vagones la editorial francesa Larousse ha puesto en marcha una campaña que evidencia los ataques machistas.
Larousse se lanzó desde la semana pasada a la defensa de las mujeres agredidas en una ingeniosa campaña en las que se pueden leer frases como: “Repulsión: lo que provocas cuando acosas a alguien”, “Falda es una prenda de vestir que no debería usarse con miedo”, “Bombón es un dulce esponjado de azúcar, no una mujer”.
La campaña, reproducida en Guadalajara, Monterrey y Mérida, fue aceptada y reproducida en redes sociales por los usuarios del transporte público a través de los hashtags #AcosoNo y #Noeslomismo.
Por medio del lenguaje, Larousse busca redefinir algunos términos que han formado parte de la cotidianidad en la violencia de género que sufren diariamente miles de mujeres en el transporte más popular de la Ciudad de México.
Alrededor del 65 por ciento de las mujeres han sido víctimas de acoso sexual al menos una vez al usar el Metro. Sin embargo, el 70 por ciento de estas agresiones no son ratificados ante el Ministerio Público por lo que quedan impunes, según datos publicados en 2016, por Jorge Gaviño, director general del Sistema de Transporte Colectivo.
En ese año, se denunciaron en promedio 500 delitos sexuales cometidos en trenes, andenes y pasillos.
Según datos de la ONU, nueve de cada 10 mujeres en la Ciudad de México han sido víctimas de violencia sexual en sus traslados cotidianos.
En marzo de este año, la oficina de ONU Mujeres en México publicó un video que muestra las reacciones de la gente ante un asiento de metro en la capital con un pene incluido. El propósito era demostrar lo incómodo y desagradable que es el acoso en el transporte público.