Sergio Vergara Berdejo como titular de la Gerencia del Centro Histórico firmó un convenio ilegal con la empresa de abarrotes La Gran Bodega para autorizar su promoción en el zócalo a través de la colocación de logos en las rejas que prohíben el acceso vehicular sobre la calle 3 oriente entre La Catedral y el Zócalo.
La confirmación del acuerdo fue dado a conocer por dos trabajadoras de este departamento en la sesión de la Comisión de Centro Histórico que preside Félix Hernández, quienes notificaron que Vergara otorgó el permiso de factibilidad para colocar la publicidad de la empresa a pesar de que atenta contra el Código Reglamentario Municipal (Coremun).
Esta semana, CENTRAL publicó que la promoción de la empresa viola el Artículo 1278 fracción VI que señala que en la Zona de Monumentos no deberá colocarse publicidad a excepción de que la Secretaría de Desarrollo Urbano lo autorice de acuerdo a lo establecido por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
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Ante la situación, los regidores integrantes de la Comisión, Félix Hernández, José Manuel Benigno Pérez Vega, Miguel Méndez Gutiérrez, Guadalupe Arrubarrena García y Juana Gabriela Báez Alarcón se pronunciaron en contra de la publicidad y pidieron que a la brevedad sea retirada.
El presidente de la Comisión, Félix Hernández exigió a la Gerencia el retiro de la publicidad que viola la ley, petición a la que se sumó el regidor del PRI, Iván Galindo Castillejos, invitado a la reunión.
Durante su intervención Iván Galindo pidió a las representantes de Sergio Vergara que presentaran el convenio, sin embargo, dijeron “no tenerlo a la mano y que se lo enviarán posteriormente por escrito”.
El concejal del PRI dijo que sería lamentable que ese acuerdo no exista y sólo fuera de palabra, ya que advirtió existe el riesgo que ofrezca a otras empresas publicidad en la Zona de Monumentos atentado contra las leyes de la capital y alterando la imagen del Centro Histórico.
En general, los miembros del Cabildo también se pronunciaron por conocer el contrato e incluso propusieron que para que se retire la publicidad, el ayuntamiento busque la posibilidad de pagar a la empresa por las plumas, o bien, plantear otro convenio para ofrecer publicidad fuera del primer cuadrante de la ciudad.