Los municipios de San Pedro Cholula y Cuautlancingo se lavaron las manos por el color rojo del Atoyac y se deslindaron de cualquier responsabilidad por la contaminación en el afluente. Hasta ahora ningún Ayuntamiento ha dado la cara por el rojo intenso del tercer río más contaminado de México.
El cauce del río Atoyac colinda con los municipios de Puebla, San Pedro Cholula y Cuautlancingo, los cuales tienen colectores de aguas residuales que convergen en el cuerpo de agua. Ante el color rojo del agua, San Pedro Cholula culpó a Cuautlancingo, éste a Coronango y ¿Coronango a quién culpará?
El martes pasado, la escritora Ángeles Mastretta Guzmán publicó una foto en su Facebook del río Atoyac teñido de rojo a la altura de Huejotzingo. A la par, vecinos de la colonia Zavaleta y el boulevard Forjadores, denunciaron en sus redes sociales que el agua también se tornó de ese color a la altura del centro comercial Cruz del Sur, en lo que se conoce como río Rabanillo.
VER: Cuautlancingo culpa a Coronango de teñir de rojo el Atoyac
Mauricio Arriaga Islas, director del Sistema Operador de Agua Potable y Alcantarillado de San Pedro Cholula (SOSAPACH), se lavó las manos y declaró incompetente a su municipio por la contaminación del río Atoyac que a esa altura es conocido como Rabanillo, e indicó que el color rojo que se percibe en el afluente viene desde Cuautlancingo.
En entrevista con Milenio Puebla, el funcionario de San Pedro Cholula mencionó que como se trata de una descarga de desechos tóxicos provenientes de otro municipio, lo único que puede hacer el Ayuntamiento de San Pedro Cholula es: “Mandar un reporte a la Conagua para que ellos tomen cartas en el asunto”, explicó.
VER: San Pedro Cholula también se lava las manos por color rojo del Atoyac
En tanto, el Sistema Operador de los Servicios de Agua Potable y Alcantarillado de Cuautlancingo (Sosapac), culpó al municipio de Coronango de teñir de rojo y ser el responsable de la contaminación en el río Atoyac, en la zona de Cruz del Sur.
En rueda de prensa, el director del organismo de agua de Cuautlancingo, Fidel Romero Palacios se comprometió a revisar el caso y dijo que, si el problema persiste, tomarán medidas al respecto como “tapar los drenajes que desembocan del municipio de Coronango” al río Rabanillo.
Señaló que en Cuautlancingo no hay ya ninguna empresa textil que contamine el río por lo que todo es responsabilidad de Coronango.
VER: Cuautlancingo culpa a Coronango de teñir de rojo el Atoyac
Este jueves, el gobernador Tony Gali declaró que penas el 0.19 por ciento de las empresas que contaminan al río Atoyac han sido sancionadas.
En entrevista, el mandatario explicó que hasta el momento solo 16 industrias, de las 8 mil 300 que se tienen identificadas en Puebla y Tlaxcala, ya fueron amonestadas por las descargas ilegales que realizan al río considerado el tercero más contaminado del país.
VER: Menos del 1 por ciento de las empresas que contaminan el Atoyac han sido sancionadas
El pasado 22 de marzo la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) emitió una recomendación dirigida a los gobernadores de Puebla y Tlaxcala, además de a cuatro municipios de las dos entidades, así como a Semarnat, Conagua, Profepa y Cofepris; por la alta contaminación del Atoyac y el río Xochiac, y la omisión durante años por parte de las autoridades ante esta problemática.
VER: CNDH emite recomendación al Gobierno de Puebla por contaminación del Río Atoyac
CENTRAL informó que la contaminación del río Atoyac cambió por completo la vida de los pobladores de Villa Alta, Tlaxcala. La comunidad que se encuentra entre los canales del tercer río más contaminado de México, ha sufrido las consecuencias de ser el desagüe de PEMEX y el Parque Industrial Quetzalcóatl, ubicado en San Martín Texmelucan, pues desde hace 15 años, como si se tratara de una plaga, se han registrado diversos casos de cáncer principalmente en menores de edad.
VER: Villa Alta, el pueblito al pie del Atoyac donde los niños mueren de cáncer
Las alarmas se encendieron en 2014 cuando la organización internacional Greenpeace alertó que los altos niveles de contaminación del afluente podrían provocar cáncer, incluso a través de sus contaminantes dispersados en el aire. Con ese estudio evidenció que las políticas públicas implementadas por el exgobernador panista, Rafael Moreno Valle no sirvieron para el rescate del río.