Una mina de cantera es explotada desde hace por lo menos dos meses en inmediaciones de la Reserva de la Biosfera Tehuacán-Cuicatlán (RBTC), para la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, lo cual ha generado afectaciones en un área de aproximadamente 8 hectáreas de la zona protegida, acusaron habitantes de este municipio.
Ejidatarios señalaron que autoridades locales han permitido la explotación de piedra, sin la autorización del pueblo por lo que temen que ahora también los empresarios y las autoridades quieran reabrir una mina de oro que fue cerrada desde hace más de 100 años.
Este problema ha derivado en agresiones como la registrada el pasado 1 de noviembre, cuando un grupo de comuneros de la Las Ventas encararon a trabajadores del Grupo KCASE Minería a quienes responsabilizaron de los daños a la reserva. Ese mismo día, los inconformes corrieron a los trabajadores de la empresa, luego de que estos bloquearan calles de la población.
Los hechos provocaron la llegada de elementos las policías Municipal y Estatal, sin que pudieran evitar que uno de los manifestantes fuera arrastrado por una camioneta y que esta fuera apedreada por los pobladores.
Entrevistados para El Sol de Puebla, los comuneros de Zapotitlán Salinas explicaron que desde hace meses observaron la llegada de la minera, pero pensaron que a través de los que representan los bienes comunales citarían a los mil 130 integrantes para informarles sobre los trabajos que la empresa comenzaría a realizar en la zona y que además, el proyecto sería sometido a votación para saber si se le permitía o no establecerse, sin embargo, esto nunca pasó.
Durante ese tiempo, los habitantes observaron como en una extensión inicial de aproximadamente seis hectáreas, los trabajadores de la minera comenzaron a desmontar y talar plantas endémicas, situación que los molestó debido a que las afectaciones fueron hechas en la zona protegida.
A consideración de los inconformes, la destrucción debe ser sancionada por las autoridades, tal como cuando ellos cortan una planta o sacan leña de la zona, pero hasta ahora el edil no ha intervenido.
Esa empresa, tenemos entendido que esta coludida con el presidente municipal Isidro Espinoza Fuentes, además de un tal Guillermo Santiago que es un funcionario de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, los cuales tienen un compromiso con una empresa constructora en la Ciudad de México que está construyendo el aeropuerto de esa ciudad”, señaló uno de los afectados que solo dijo ser integrante de la familia Pacheco.
Indicaron que a pesar de que se le dio parte a quienes están al frente de la Reserva de la Biosfera, a la Secretaria del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), ninguna de las dependencias han intervenido para detener el daño en esta zona, la cual siempre es explotada por los caciques del pueblo, a quienes incluso acusan de adueñarse de las canteras.
Mediante un recorrido por la zona, los mismos habitantes mostraron cómo los caminos son cerrados por los trabajadores de la empresa al colocar camionetas o camiones atravesados, sin permitir el paso a los dueños de los predios donde se encuentran las canteras o de las salinas, por lo que este hecho ha generado otra molestia entre ellos.
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OBRAS ALCANZAN ZONA ARQUEOLÓGICA
Parados a no más de 100 metros de donde las maquinas excavan y rompen piedra, los habitantes de la zona explicaron que otra de las preocupaciones es que constantemente los trabajadores detonan dinamita, sin avisar a quienes viven en esa misma zona, por lo que de manera sorpresiva se escucha hasta el pueblo el estruendo de los explosivos que causan zozobra entre la población que incluso desconoce si la empresa cuenta con los permisos para hacerlo.
Los ejidatarios entrevistados señalaron que han tratado de que las autoridades hagan caso a los daños evidentes no solo en el área de Las Ventas sino que ahora también en una zona arqueológica conocida como San Pedro, en donde la minera ha desmontado más de una hectárea, así como en inmediaciones de una zona de Tilapa, donde existe un banco de piedra gris. Todo esto dentro de la RBTC.
Los afectados, prefieren ocultar su identidad al brindar las declaraciones a la prensa, por el temor a represalias al dejar descubierto un negocio millonario que pudiera tener la autoridad local con los empresarios de la minera.
No obstante, indicaron que ya han entregado documentos sobre este tipo de afectaciones a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), cuyos funcionarios ya han llegado a realizar recorridos, pero –afirman- son guiados por la autoridad municipal que los lleva a las zonas equivocadas.
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De igual manera explicaron que constantemente en estas zonas señaladas se realizan trabajos con dinamita, por lo que desconocen si Protección Civil Estatal sabe del riesgo que representa esto para las familias de la zona.
Los comuneros, acusaron además que la empresa pretende hacer callar a las familias afectadas, a través de empleos o mediante apoyos económicos, con tal de que no se quejen de estas constantes detonaciones.
LLEGA MÁS MAQUINARIA
El conflicto representa además para ellos un foco rojo, debido a que desde finales de noviembre llegaron a la zona cuatro máquinas de grandes dimensiones que son utilizadas para seguir la explotación en la misma región, por ello, advierten que el Grupo KACSE tratara de reabrir las antiguas minas de Pizarro, excavaciones cerradas desde hace más de 100 años, de donde se extraía oro, lo cual es para ellos una situación más delicada.
Mediante la denuncia pública, los pobladores de Zapotitlán esperan atraer la atención de instancias federales, ya que la RBTC carece de facultades para detener la extracción del material pétreo que no solo está acabando con los recursos naturales de una zona protegida, sino que además, advierten, es aprovechado para enriquecer a las empresas.