El secretario de Divisiones del Comité Central del extinto Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), Víctor Vargas Reyes hizo un llamadoa los pobladores de Huauchinango para que continúen rehusandose a pagar su recibo de luz a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y pidió esperen a que inicie funciones la empresa SUBACE (Suministradora Básica del Centro) que es propiedad del ex líder de ese gremio, Martín Esparza, para que les brinde el servicio.
De acuerdo con Víctor Vargas Reyes, SUBACE iniciará operaciones en el 2018 y tiene planeado dar el servicio de energía eléctrica en Huauchinango, Juan Galindo y Ahuazotepec. El argumento de los afiliados al SME es que la Comisión Federal de Electricidad jamás signó un contrato con los usuarios de esos municipios, por lo que es ilegal el cobro.
De acuerdo a la Ley de Servicio Público de Energía Eléctrica que ya fue derogada y que ahora es solamente Ley de Servicio de Energía Eléctrica, porque dejó de ser público el servicio”, dijo el ex trabajador de la extinta Luz y Fuerza del Centro.
De acuerdo con la nota publicada por el portal de noticias Radio Expresión, SUBACE cumplió con los requisitos que pide la Comisión Reguladora de Energía para operar y brindar el servicio de energía eléctrica domésticos.
El sitio web Frecuencia Laboral publicó en junio de este año una entrevista con el ex líder del SME, Martín Esparza quien reconoció estar detrás de SUBACE.
Ya ganamos el borrón y cuenta nueva, ahora estamos trabajando para solicitar ante la Comisión Reguladora una suministradora de usuarios de consumo básico. Ya está constituida se llama SUBACE que es Suministradora Básica del Centro" (...) Nos va a permitir ya con plantas de generación que estamos echando a andar como hidroeléctricas, poder darles una oferta de tarifa justa a partir de los costos de producción, los costos que se tienen que pagar de distribución y darles una alternativa distinta a lo que hoy les ofrece la CFE”.
Entre 2015 y 2016, Martín Esparza también creó la Cooperativa Luz y Furza del Centro, la cual se fondeó con el Impuesto sobre la Renta (ISR) de las liquidaciones de los extrabajadores.