“Ay diosito ¡por qué no has abandonado!", dijo entre llantos Pablo, un menor de apenas 6 años al ver su casa a punto de colapsarse. El niño, su hermana y sus padres durmieron este 20 de septiembre en la calle, sobre la 4 Oriente, a un lado de su vivienda que está a punto de caer.
La madre, Socorro Bermúdez no aguanta el dolor y la desesperación; entre lágrimas narra cómo en los últimos 35 años ha vivido en la casona que se encuentra en la contra-esquina del Museo del Alfeñique en el corazón del Centro Histórico, ahora a un soplo de caerse.
Ahí vive ella, sus pequeños de 16 y 4 años además de su marido, Gerardo Huerta, en apenas dos habitaciones que podrían perderse con el mínimo movimiento.
En la casona hay 14 departamentos. Solo 5 viviendas siguen guardando los artículos de las familias que han buscado como refugio los albergues del gobierno estatal.
Nosotros no podemos dejar nuestra casa, por nuestras cosas. No tenemos donde llevarlas. Nuestra familia no nos acepta. Uno de ellos, hizo un comentario, que mejor nos hubiera pasado algo, porque damos lástima”.
Aunque el gobierno municipal y el estado han informado que no se han registrado hechos de rapiña, los vecinos aseguran ver a ladrones robar negocios cerrados, tiendas y viviendas que quedaron abandonados.
El problema va creciendo con el día, ante la falta de recursos económicos hasta para alimentarse.
Socorro Bermúdez no ha podido vender los tradicionales antojitos mexicanos frente a su casa en la zona de El Parián y su marido, Gerardo, también ha dejado de laborar en una empresa ante la suspensión de labores.
Mientras está declarando su caso a periódico CENTRAL, la madre de familia saca de su refrigerador un par de tortas y dos botellas de agua para alimentar a su hijo menor.
Ayer comimos lo que la gente nos regaló, porque iban pasando y nos daban agua y tortas. Guardé unas para mi hijo, pero después que vamos hacer si nos agarra esta desgracia y sin dinero. A penas tuvimos para las inscripciones de los hijos, hasta pedimos un préstamos que aun debemos”.
Ahí en el patio de la casona, en donde eventualmente duermen, la familia Huerta Bermúdez vigila sus pertenencias y analiza una solución para encontrar una vivienda.
Este jueves, mientras el presidente municipal de Puebla, Luis Banck Serrato, hacia un recorrido en el Centro Histórico, Socorro se acercó para pedir apoyo de un sitio para vivir con la esperanza de que le den una respuesta.