Las cuatro regidoras de Tecamachalco que sufren violencia de género por parte del presidente municipal, Inés Saturnino López Ponce, acudieron al Congreso Local a solicitar la intervención de los diputados y se sancione al edil emanado del Partido Acción Nacional (PAN).
Ruth Zárate, Jessica Camarero, Ruth Rodríguez y Betzabel Vera se reunieron con la presidenta de la Comisión de Igualdad de Género, la priista Silvia Tanús Osorio.
Las regidoras entregaron un oficio en el que solicitan al gobernador, Antonio Gali Fayad, que el gobierno estatal asuma el control de la seguridad en Tecamachalco, debido a que los niveles de violencia se han desatado en la región.
De igual modo, narraron las agresiones que han sufrido de parte del presidente municipal, tanto físicas como amenazas de muerte.
Ruth Zárate refirió que es necesario que intervengan las autoridades estatales a fin de evitar un feminicidio más, debido a que el hostigamiento ha ido escalando conforme avanzan los meses en el municipio.
Las regidoras sostuvieron que se sienten solas pues las denuncias que han interpuesto no han avanzado y no han tenido respuesta positiva de parte de las autoridades.
CENTRAL documentó que por exigir transparencia y rendición de cuentas, cuatro regidoras del municipio de Tecamachalco, Puebla, viven un infierno orquestado por el presidente municipal misógino, Inés Saturnino López Ponce.
En tres años y medio de administración han soportado agresiones físicas, campañas de odio en su contra, amenazas de muerte y de secuestro, así como intentos de soborno para que cesen sus denuncias y se sumen al grupo que dice sí a todo lo que el alcalde emanado del PAN ordena.
María Ruth Zárate Domínguez y Betzabel Vera Ramírez son dos de las regidoras que sufren violencia de género y formaron parte de la planilla ganadoras en la elección de 2013. La primera fue propuesta por Nueva Alianza y la segunda por Acción Nacional.
Las otras dos regidoras que sufren el hostigamiento son Jessica Camarero Morales, del PRI y Ruth Rodríguez Huerta, de Movimiento Ciudadano. Ésta última ha recibido agresiones físicas y hasta han pintado un sinnúmero de bardas en las calles de Tecamachalco para denostarla.