A pesar de los problemas internos que existen entre los accionistas mayoritarios y minoritarios del Centro Médico Internacional (CIMA), el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) sigue en pie con la compra del inmueble para construir San Alejandro, pues una vez que se concrete la compra los socios mayoritarios tendrán que dividirse el dinero que se les pagará por el edificio, así lo reveló el delegado de la dependencia en Puebla, Enrique Doger Guerrero.
Incluso, el funcionario federal informó que esta semana se reunió con los accionistas minoritarios, quienes reconocieron tener un conflicto con los norteamericanos, quienes poseen el mayor número de acciones y por lo tanto ellos tiene mayor peso en la decisión.
Ayer tuve una reunión un grupo de accionistas minoritarios, ellos reconocen que el accionista mayoritario es un consorcio donde hay norteamericanos y los accionistas mayoritarios tienen una buena parte de la decisión. Traen una situación entre ellos como miembros de una sociedad mercantil y ellos lo van a solucionar (…) En caso de que se concrete la venta, ellos (los norteamericanos) ya sabrán cómo distribuir los recursos, eso es el centro del problema, pero al Instituto no le afecta en nada, si hay un problema entre socios ellos lo tendrán que resolver.
En entrevista, el exrector de la BUAP, insistió que si los propietarios tienen diferencias, ellos tendrán que resolverlo pues explicó que son acciones “A” y “B”. Esto es, socios poblanos que son minoría, y los extranjeros que tienen la mayoría de las acciones.
Aseguró que la compra del inmueble que sustituirá a San Alejandro se apega a derecho y legalidad, pero el anunció lo darán las oficinas centrales del Instituto en próximos días, aunque la negociación es prácticamente un hecho.
No obstante, Doger Guerrero informó que en caso de que se caiga la venta, otra alternativa es construir un hospital en un predio que ya han explorado y que cumple con los requisitos para poder edificar un nosocomio, pero aclaró que “en un amplio porcentaje la adquisición de CIMA será en los próximos días”.
El pasado 29 de noviembre, el delegado del IMSS en Puebla, negó que exista problema legal en la compra de CIMA, incluso adelantó que en próximos días se dará a conocer la inversión para adquirir el inmueble ubicado atrás de la Universidad Iberoamericana.
VER: Niega Doger que venta de CIMA al IMSS sea ilegal; en unos días anunciarán el monto de la compra
CENTRAL adelantó que el IMSS compraría CIMA —ubicado en la zona territorial Atlixcáyotl— para sustituir a San Alejandro, proyecto que contempla la capacidad para 400 camas censables, según lo confirmó el director nacional, Mikel Arriola Peñalosa.
La decisión de la federación fue porque luego del sismo del pasado 19 de septiembre, el hospital regional 36 —San Alejandro—, resultó severamente dañado por lo que lo dejó inutilizable. El presidente de la República, Enrique Peña Nieto anunció su demolición y la edificación de hasta dos hospitales más.
Sin embargo, 190 socios —110 médicos y 80 empresarios— cuando se enteraron de las intenciones de los gringos por vender al IMSS el edificio construido hace más de 10 años, lanzaron un desplegado dirigido a Mikel Arriola, para advertirle que la venta de CIMA es ilegal, pues a pesar de que en 1998 Grupo Medicus adquirió el terreno al Gobierno de Puebla en 4.8 millones de pesos y se prevé lo vendan en 500 millones, los accionistas mayoritarios son de origen estadounidense.
Y es que los estadounidenses son dueños del 70 por ciento de las acciones y para acelerar el negocio, contrataron un despacho de abogados que buscó uno por uno a los 190 médicos y empresarios dueños del 30 por ciento del proyecto para convencerlos de venderles sus acciones y que así puedan concretar la venta del edificio al Seguro Social.
En 2011 Grupo Medicus, inició la construcción de CIMA Beylor, que sería el hospital con mayor tecnología y capacidad en el país, pero por problemas económicos, un año después de iniciados los trabajos, quedaron parados.
El total de la inversión era de 35 millones de dólares, en una primera etapa se invirtieron 15, la obra reportó un avance del 80 por ciento. Luis Regordosa Valenciana, quien era el presidente del Consejo de Administración del Grupo Medicus y quien aparece como representante legal, reconoció en una entrevista que por falta de recursos la obra se detuvo, pues para concluirlo en ese momento, se requerían 20 millones de dólares y contaban con 12, pero estaban condicionados, por ello quedó en completo abandono.