A pesar de que el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) aún no concreta la compra del Centro Médico Internacional (CIMA) para que ese edificio sustituya al hospital San Alejandro, los taxistas ya aseguraron su negocio pues justo afuera del edificio abandonado tienen ya instalada una base de operaciones.
CENTRAL hizo un recorrido en la zona donde se ubica el inmueble, atrás de la Universidad Iberoamericana y se pudo percatar que desde el pasado 21 de noviembre, las unidades comenzaron a estacionarse en la entrada para hacer sitio.
Y es que, de acuerdo con vecinos, antes de esta semana no había taxis estacionados, por lo que creen que se debe a que próximamente el edificio comenzará a ser reparado para formar parte del patrimonio del IMSS.
El pasado 19 de septiembre el sismo magnitud 7.1 que sacudió a Puebla ocasionó que el Hospital Regional número 36, mejor conocido como San Alejandro resultara severamente dañado e inutilizable.
Dos días después, el presidente de la República, Enrique Peña Nieto visitó la entidad y anunció que el hospital tendrá que ser demolido y anunció la construcción de uno o dos nosocomios para sustituirlo.
Luego del anuncio de Peña Nieto, CENTRAL adelantó que el IMSS compraría el edificio CIMA —ubicado en la zona territorial Atlixcáyotl— para sustituir a San Alejandro. Aunque en un principio se pensó que el proyecto contempla 200 camas, el director general del Instituto, Mikel Arriola informó que serán 400.
Además, este medio de comunicación reveló que la compra del inmueble se calcula en 500 millones de pesos y Grupo Medicus —responsable de CIMA— adquirió el terreno al Gobierno de Puebla en 4.8 millones de pesos, sin embargo los 190 socios, conformado por 110 médicos y 80 empresarios advirtieron al IMSS que la compra será ilegal.
Sin embargo, existen socios de origen estadounidense que poseen el 70 por ciento de las acciones, quienes han contratado a un despacho de abogados que busque uno por uno a los 190 médicos y empresarios dueños del 30 por ciento del proyecto para convencerlos de venderles sus acciones y que así puedan concretar la venta del edificio al Seguro Social.