Puebla está de luto. El gobernador, José Antonio Gali Fayad viste un traje negro y antes de dar el tradicional Grito de Independencia, improvisa una rueda de prensa para anunciar la cancelación del evento conocido como "Cóctel", que es la cena entre la clase política poblana dentro del Palacio Municipal de Puebla.
En su mensaje previo, el gobernador repudió el asesinato de la estudiante de la UPAEP, Mara Fernanda Castilla Miranda y tachó de “animal sin escrúpulos" a Ricardo N., conductor de Cabify responsable del asesinato de la joven veracruzana.
Además, Gali Fayad expresó sus condolencias a las familias de los estados de Oaxaca y Chiapas que perdieron la vida en el sismo del pasado 8 de septiembre, donde casi un centenar de personas murieron.
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Después de nombrar a los héroes de la patria como Miguel Hidalgo y ensalzar tres veces a Puebla, en un segundo de silencio, Tony Gali gritó con todas sus fuerzas ¡Viva Chiapas! y ¡Viva Oaxaca!
Durante su primer grito como gobernador, Gali compartió el balcón del Palacio Municipal con el alcalde de Puebla, Luis Banck Serrato y juntos saludaron a los presentes. Por su parte, las esposas de ambos políticos, Dinora López y Susana Angulo respectivamente, mostraron un vestido azul en símbolo del Acción Nacional.
En Palacio Municipal muy pocos funcionarios se dieron cita. Funcionarios como Rodolfo Sánchez, Contralor y Jesús Morales, secretario de Seguridad pública, salieron de la sede oficial para colocarse en un área VIP y así presenciar el Grito de Independencia.
Las 4 mil 800 personas que se congregaron en el Zócalo eran divididos por una valla y desde lejos no dejaban de exclamar "Tony" acompañadas de porras.
Algunos de ellos portaban impermeables naranjas ante la posibilidad de lluvias. No cayó ni una gota y pocos los usaron. El espectáculo de luces se realizó sin contratiempos por más de 15 minutos.
La ciudad estuvo celosamente blindada por elementos de seguridad y sobre la 2 y 4 norte los accesos fueron clausurados.
Al final, los poblanos disfrutaron del concierto de Amanda Miguel y Diego Verdaguer para corear sus canciones.
