Este fin de semana se festejará el Gran Premio de China, en Shanghai, donde Lewis Hamilton, tres veces campeón de Fórmula Uno, tendrá que remar contra corriente, pues ya sin su excompañero Nico Rosberg, tiene que darle batalla en su Mercedes, al piloto de Ferrari Sebastian Vettel, quien ganó de forma sorpresiva el Gran Premio de Australia.
Pocas veces se le ha visto a Hamilton en esta incomoda posición, sin embargo, el volante no se achica y afronta las cosas como son.
Sólo añade leña al fuego. Queríamos ganar en Australia. Queríamos estar en la punta y tenemos una verdadera pelea ahora", comentó el piloto británico.
No obstante, este rose entre las dos escuderías y entre los dos pilotos le da más condimentos al serial, luego de tres años consecutivos de dominio por parte de Mercedes.
Durante la temporada pasada ganaron 19 de las 21 carreras, y sólo Red Bull se pudo imponer en dos. Mientras que Vettel recién volvió a probar las mieles de la gloria; no lo hacía desde finales de 2015 en Singapur.
La F1 instituyó nuevas regulaciones para hacer los coches más veloces, ahora tienen neumáticos más anchos, mejor aerodinámica, mayores cargas de combustible y una mayor carga aerodinámica, lo que los hace más pesados pero también más rápidos. Los neumáticos, que son 23% más anchos, tienen mejor agarre y duración, lo que limita los viajes a los pits, no obstante, y pese a su derrota, Hamilton está conforme, con las modificaciones.
Por su parte, Vettel muestra una confianza a tope, tras ganar la primer fecha del campeonato, más cuando su equipo, Ferrari no había estado en el podio en Australia desde hace 10 años.
Es obviamente la mejor forma de arrancar una campaña. Después de una carrera, es fácil decir que este año es mejor que el año pasado, pero es solamente una carrera", expuso el piloto. Hamilton ha ganado en Shanghai cuatro veces.