Thursday, 18 de April de 2024

La ballena azul y los otros verdaderos horrores de internet

Por Betzabé Vancini / /

Tú, yo y el Ello...

Niños con iPads, adolescentes con teléfonos inteligentes sin ningún tipo de supervisión y de pronto, una noticia como el juego de la Ballena Azul, nos conmociona y nos hace poner atención. ¿Qué está pasando? ¿Es internet realmente peligroso? La respuesta es sí, sin duda alguna.

En noviembre de 2016 detuvieron en San Petesburgo a Phillip Budeikin de 21 años de edad, estudiante de psicología y autor del ya multinombrado reto de “La Ballena Azul”, responsable directo de la muerte de más de 120 adolescentes en Rusia. Por supuesto, no es un juego, sino una serie de estrategias de manipulación que llevan a los “jugadores” a la autodestrucción paulatina y eventualmente a la muerte. Pero, ¿es “La Ballena Azul” la única amenaza que debemos temer con nuestros hijos?

Lamentablemente, el fácil acceso a internet y el anonimato han sido las mejores herramientas para desarrollar y distribuir materiales ilícitos que van desde pornografía hasta robo de identidad y robo cibernético entre otros. Y es que hacer un perfil falso y comenzar a extorsionar a las personas de una red social no es, en realidad, nada complicado ni requiere de ningún tipo de conocimiento de programación o experiencia en psicología o neurociencias. Basta con poner un título atractivo y estar pendiente de las redes esperando a que muchos incautos necesitados de atención caigan en la trampa.

Los retos en internet esconden en realidad la necesidad de aceptación de un público adolescente cada vez más presionado para destacar –a la mala- en un mundo muy competido y en ambientes generalmente hostiles. El cyberbulling está al acecho inmediato en cada escuela y el contenido de pornografía infantil está siendo envidado desde el teléfono de los propios niños. ¿Cómo? Pues con esta actividad que ellos denominan “rolar el pack” que se refiere a enviar fotografías de su cuerpo desnudo a la pareja, amigos o compañeros y que generalmente es distribuido entre los compañeros del salón y la escuela y en varios casos, publicado en redes sociales con el fin de burlarse y humillar a la persona que lo envió. Si la persona que envía el “pack” tiene menos de 18 años, la distribución de esas imágenes constituye un delito denominado como Distribución de Pornografía Infantil y en México es perseguido y penado, si hay un denunciante.

Con frecuencia me encuentro también con adolescentes que accedieron “por error” a la Deep web y descubren la enorme facilidad de comprar o vender drogas y armas de cualquier tipo. Pero no es solo eso, en la Deep Web se tiene un acceso verdaderamente ilimitado a mercancía ilegal en todo el mundo, empezando por imágenes pornográficas de zoofilia, necrofilia, pedofilia entre muchas otras y llegando incluso al tráfico de órganos, venta de extremidades del cuerpo humano y tráfico sexual infantil donde los niños –literalmente- se ordenan como pizzas y son vendidos por miles de pesos y entregados a domicilio con las especificaciones pedidas.

Decir que el mayor riesgo que corre tu hijo/a navegando solo en internet es “La Ballena Azul”, es el equivalente a decir que lo peor que le puede pasar en cuanto a salud es una gripa. Lo más alarmante no es que un juego lo induzca al suicidio, pues su autoestima, su entorno y muchos otros factores deberían estar comprometidos para que realmente llegara a este punto. Es mucho más preocupante que a través de un aparto tenga acceso a contenidos que dañarán su mente para siempre –videos Gore y Snuff por ejemplo- o bien, que con cada fotografía que sube o envía corre el riesgo de formar parte del tráfico sexual.

¿Aun así quieres darle un Smart Phone? Te invito a pensarlo detenidamente. 

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