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El acoso sexual en el trabajo

Por Betzabé Vancini / /

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La semana pasada explotó el escándalo sobre la conducta sexual del actor Kevin Spacey, protagonista de la multinominada serie de Netflix House of Cards. Tan grande fue el escándalo que la cadena de televisión por internet decidió suspender toda relación con el actor y productor, repudiando públicamente su conducta, pero ¿es que de verdad no sabían lo que pasaba?

Tristemente, se necesita el escándalo de una celebridad con una conducta impropia o que los directores de cine cometan el delito de violación para que en algunos hogares o contextos se hable del tema. Les tengo una mala noticia: según la ONU, México es uno de los países con más alto índice de acoso sexual en ambientes laborales.

Hablaré en términos generales y me referiré a quienes lo sufren como “víctimas” o como “personas”, pues aunque somos las mujeres las que estamos más expuestas al acoso laboral, no somos las únicas que lo padecen, así que no entraré en cuestiones específicas de género.

Voy a ser muy clara, cualquier persona que utilice su puesto, función, o cualquier ventaja para intentar seducir, tocar inapropiadamente, coaccionar o forzar a otra persona a tener contacto sexual es un DEPREDADOR. La actividad de acosar, seguir, chantajear y ultrajar a cualquier ser humano en una esfera tan íntima como la sexual es una conducta de DEPREDACIÓN. No hay otra forma de llamarle.

El acoso suele comenzar de manera sutil y paulatina, lo que suele confundir a la víctima. El depredador se presenta como alguien amable que puede percibirse incluso como cercano y hace avances muy suaves que pueden ser acompañar a la potencial víctima a su auto, acercarse físicamente de forma no amenazante y tener “detalles” con la persona dentro del ámbito de trabajo. La segunda etapa suele consistir en hacer un avance abierto sobre la víctima y hacer la propuesta de alguna interacción sexual o al menos, personal y fuera del ámbito laboral. Este avance abierto puede incluir palabras explícitas. Usualmente, la víctima en este momento se siente muy confundida, piensa “¿Me está invitando a salir?”, “¿Es esto una propuesta o me está comprometiendo a hacerlo?” Frecuentemente, la víctima se siente contrariada y tiene una sensación desagradable. Como si algo en su interior le estuviera indicando que la situación es incómoda, que el proceder de su compañero/a no es correcto y desea rechazar la propuesta.

Cuando la propuesta no es rechazada –ni aceptada-, el depredador continúa con sus avances.  Éstos pueden ser halagos agresivos, comentarios lascivos sobre el cuerpo de la víctima e incluso toqueteos impropios que están disfrazados de “accidentales”. Si la propuesta es rechazada explícitamente, el depredador suele tomar una actitud agresiva y violenta, suelen amenazar con la pérdida de empleo, con generar algún rumor o incluso llegan a acciones violentas como forzar y violar a la víctima.

Son pocas las quejas que llegan a las oficinas de Recursos Humanos, y frecuentemente, son desestimadas por la pésima cultura laboral que impera en México y por un montón de prejuicios absurdos. Cuando la víctima se encuentra ante esta situación se siente devaluada, no escuchada y revictimizada. Peor aún cuando el depredador sabe que la víctima necesita ese empleo para sobrevivir o porque representa algo importante en su trayectoria laboral.

Es importante que si estás viviendo esta situación ¡no te calles! Háblalo con la persona responsable en la empresa, con tu familia, acude a asesoría legal y psicológica. Que quede muy claro que la persona que te acosa está cometiendo UN DELITO y seguramente también varias infracciones a los reglamentos internos de la empresa, por lo que –por lo menos- debe perder su empleo.

Es importante que escuches tu voz interior. Si algo en la interacción no se siente bien, probablemente no lo esté. Cuídate, protégete, no estés jamás a solas con la persona que te causa desconfianza y busca la manera de mantenerte siempre a salvo. Y si eres testigo del acoso sexual que hace alguno de tus colegas sobre alguien, por favor habla, callar te hace cómplice. Nadie merece ser acosado/a en ningún ambiente.

Como siempre, espero tus comentarios o preguntas en Twitter @betzalcoatl 

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